El lunes por la noche se dieron a conocer las sanciones para los directivos que intentaron comandar una “revolución” en el fútbol de la Primera División salvadoreña a finales de septiembre pasado, la cual proponía de manera radical y tajante trabajar por separado del reglamento de la Fesfut.
Lisandro Pohl, presidente de Alianza y Roberto Campos, dirigente de Metapán, fueron sancionados por un año; Eliseo Juárez, gerente de la Primera División por seis meses; y tres meses para Guillermo Morán y Carlos Villagrán, presidente y gerente de FAS y Sonsonate respectivamente.
Ninguno de ellos podrá ejercer ninguna actividad relacionada al fútbol federado en el tiempo que comprende cada una de sus penas.
“Eso quiero averiguar yo (por qué los castigan). Eso quiero averiguar para ver qué pasa conmigo ahí. Quiero ver cuáles son los argumentos para ver si puedo hacer algo”, explicó Juárez.
En la notificación no se detalla la razón: “Ahí (en el dictamen de la sanción) no está tipificada cuál es la falta, porque el deseo de tomar una decisión (separarse de Primera División) no es de carácter sancionatorio”, señaló Campos, quien al mismo tiempo dice que no apelará dicho castigo, pero no descarta recurrir a la justicia ordinaria.
El vicepresidente de los jaguares agregó que “yo solo he servido al fútbol y no me he servido de él. En Metapán venimos de una crisis en la que nos daban por muertos”.