La respuesta a esta pregunta se puede volver incómoda para algunas personas, principalmente para aquellas que quisieran tener menos años biológicos de los cronológicos, o bien, porque sienten que su aspecto en su edad cronológica es mayor que el correspondiente a su edad biológica y se sienten “aviejados” …
Encontré dos asuntos interesantes esta semana. Una hermosa y guapa señora española que decía: “Me gustan mis arrugas y me siento orgullosa de los años que he vivido”, y la verdad, es que me pareció una mujer muy segura de sí misma, jovial, amable y sonriente con el mundo.
La otra es, “que los años que uno tiene, no son los que ya vivió, sino los que le quedan por vivir”. Así de sencillo, se fueron y ya no son nuestros… Sin embargo, de los que vienen, que Dios quiera sean muchos, sí podemos disponer y los debiéramos disfrutar en todo lo que podamos, principalmente, si ya vivimos más de la mitad de las expectativas estadísticas de vida.
Pensando en esto hace unos años y seguramente por deformación profesional, confronté mi vida con el Principio de Paretto… Por si no saben quién fue Wilfredo Paretto, les aclaro que fue un economista que a principios del siglo pasado estudió y analizó cómo estaba distribuida la riqueza en su país Italia… Y descubrió que el 20 % de las personas poseía el 80 % de la riqueza y el 80 % de las personas tenía el restante 20 %... Después otros economistas siguieron buscando esta relación en otros países y los números eran muy parecidos… Luego Josef Juran llevó este principio al control de la calidad y descubrió que el 80 % de los defectos provenían del 20 % de las causas posibles… Desde entonces se viene trabajando con el “Análisis de Paretto” casi para todo…
Como decía, sabiendo que la esperanza de vida estadísticamente para los hombres varía entre 70 y 80 años y las mujeres entre 80 y 85, me di cuenta que al llegar a los 55 ya vivimos alrededor del 80 % de la vida.
Pues aplicando este principio publiqué el libro “Liberación a los 55, si puede antes mejor y si ya los pasó con más razón”… Y la propuesta es que con la experiencia y todo el conocimiento que se tiene acumulado en los años vividos, se haga un alto en el camino y se prepare para que la siguiente fase de la vida sea más agradable, confortable y feliz con las personas del entorno profesional, social y familiar…
Liberación significa quitarse poco a poco una serie de restricciones y frenos mentales que determina su forma de pensar en relación con 20 asuntos que propongo revisar… El anclaje al pasado, la incertidumbre del futuro, los paradigmas engañosos, las creencias en medias verdades, los problemas económicos, la política, los amigos y otros asuntos más…
Los que pusieron en práctica los consejos me escriben y comentan que casi todo se puede aplicar, porque en realidad es un proceso que yo mismo he realizado y descrito en el libro.
Ahí le dejo una posible solución para valientemente prepararse para disfrutar más la siguiente fase de su vida, que en mi caso y el suyo, espero que seamos la excepción estadística y lleguemos a noventa o más.
*Columnista de El Diario de Hoy.
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