Un ejemplo a seguir

Qué satisfacción para los miembros del Patronato Citalá, que han dedicado sus mejores esfuerzos para que esto sea posible. Ojalá y muchas otras instituciones educativas privadas quisieran emular este esfuerzo.

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03 December 2016

La frase “un ejemplo a seguir” se repitió bastante en periódicos y redes sociales, refiriéndose a dos situaciones totalmente opuestas. Una de ellas destacando la primera graduación de 46 bachilleres del Colegio Citalá, institución educativa que acoge a jóvenes de escasos recursos, pero con la sana ambición de sobresalir y cumplir con un sueño. El Colegio Citalá funciona, por las tardes, en las mismas instalaciones del Colegio Lamatepec, cuyas autoridades y padres de familia no vacilaron en demostrar su solidaridad y responsabilidad social, apoyando la educación.

Cuentan que cuando el grupo promotor visitaba los hogares de los candidatos, elegidos por su excelente desempeño académico en instituciones públicas, no percibían entusiasmo, sino miedo, especialmente cuando visitaron las magníficas instalaciones del colegio, sus espacios deportivos, amplias aulas con tecnología de punta y la acogida amable de los profesores. Las familias lamentaban su incapacidad para pagar las altísimas cuotas que un colegio de ese nivel demandaría. Cambió la visión negativa, al conocer que la oportunidad incluía becas completas y muchas otras facilidades.

Y lo que empezó en séptimo grado, es hoy una hermosa realidad. El 100 % de los bachilleres ingresará en prestigiosas universidades. Siete entran a la ESEN, habiendo alcanzado uno de ellos el promedio más alto de ingreso. Otros, a la UCA, a la Matías Delgado, a la Mónica Herrera. Todos con la firme convicción de que esto solo es el principio, ya que vislumbran un horizonte infinito de posibilidades, a la medida de sus sueños. Qué satisfacción para los miembros del Patronato Citalá, que han dedicado sus mejores esfuerzos para que esto sea posible.
Ojalá y muchas otras instituciones educativas privadas quisieran emular este esfuerzo para beneficio de la formación de nuestros jóvenes.

El otro “ejemplo a seguir” vino de nuestros gobernantes, refiriéndose a Fidel Castro, recientemente fallecido. Causó indignación el comunicado del GOES, “que en representación del pueblo salvadoreño, lamentaban la partida de quien con sus ideas y conducta ejemplar, contribuyó a formar innumerables generaciones de revolucionarios en toda América”. Olvidan que miles de salvadoreños no votamos por ellos ni compartimos su ideología perversa, que en pocos años está destrozando nuestro país, como Castro hizo con Cuba.

El Profesor Sánchez Cerén califica a Fidel como modelo de lucha y humildad, como enseñanza para la humanidad, atreviéndose a afirmar que “su ejemplo nos guía en nuestro caminar por los duros caminos de la liberación de nuestros pueblos. En ese camino Fidel fue y sigue siendo un maestro y guía”.

Y aunque es obligación respetar la opinión ajena, cuando el presidente afirma que “su modelo a seguir” es un dictador que privó a millones de cubanos de sus más legítimas libertades, irrespetando los derechos humanos y manteniendo al pueblo en el atraso y la pobreza, junto con Venezuela como faro que nos ilumina, hay más que sobrada razón para preguntarnos hacia dónde pretende llevarnos el FMLN, que en siete años de gestión ha dado muestras suficientes de su incapacidad para dirigir al país en el rumbo correcto. 

Es relevante la opinión del analista cubano Carlos Alberto Montaner, quien en una entrevista reciente sobre la influencia que el castrismo tiene en el FMLN no dudó en afirmar que, “el presidente Sánchez Cerén es probablemente el presidente más comunista que hay en América Latina”.
Lo que no es de extrañar, por los resultados tan nefastos de su gobierno, que está llevando al país hacia el desastre, como ha ocurrido en todas las sociedades que han tenido la desgracia de seguir este modelo. Es una voz de alerta para que no nos durmamos.

*Columnista de El Diario de Hoy.