El informe de Pisa, Singapur y la pobreza nacional con la Paes

Romper con la visión ideologizada de la realidad, juntar los diversos sectores para compartir los ideales de una mejor educación, vincular el sistema con la producción son algunos de los retos de la Educación en el país.

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10 December 2016

Analizar las competencias de los alumnos de 15 años de 71 países del mundo en matemáticas, lectura y ciencias es el objetivo de la prueba de Pisa; los últimos informes coordinados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) muestran que Costa Rica queda bien parado y con dignidad, ya que es uno de los cinco o seis países de América Latina que se atreven a realizar esta prueba que pone en remojo las barbas de la educación de sus naciones tanto en la eficiencia de sus sistemas educativos como la equidad y la calidad.

Se dice que en los resultados para los países latinoamericanos hay pocos avances, más bien hay retrocesos; sin embargo, como es el caso de Costa Rica en las últimas pruebas, la más reciente es la de 2015, muestran los avances en su sistema educativo. Los ticos se posicionan en el tercer lugar de la región, después de Chile y Colombia; otros países que están rondando estos puestos son México, Brasil, Perú y República Dominicana.

Hay que decirlo sin tapujos, con bombo y platillo, no obstante estar abajo del promedio y no ser de los 25 países que mejor desempeño tienen en educación mundial, no solamente se atreven a someterse a esta prueba internacional de alto calibre, sino que alcanzan una posición digna, mucho mejor que la mayoría de países latinoamericanos.

En la última prueba Pisa, que se realizó entre mayo y junio de 2015, participaron unos 540 mil estudiantes de quinto año de centros de estudios públicos y privados, muestra además que el gasto por estudiante en la educación primaria y secundaria a nivel mundial ha aumentado casi un 20 por ciento desde 2006; el rendimiento en ciencias ha aumento solo 12 por ciento de los 372 países y economías evaluados en este período, entre ellos, cita el estudio del OCDE, sistemas educativos de alto rendimiento como lo son Singapur y Macao (China) y de bajo rendimiento como lo son Perú y Colombia.

Costa Rica está un poco mejor que Perú y Colombia, ya esto es un logro, pero muy por debajo de Singapur y Macao; la pregunta básica ¿cuál es el éxito de Singapur?... un país asiático de unos 5.5 millones de habitantes que residen en 719 mil kilómetros cuadrados formado por 63 islas.

A lo mejor nos ilustra lo que nos dice Pak Tee Ng, responsable del liderazgo en el Grupo de Estudios Académicos del Instituto Nacional de Educación del país, en un video colgado en YouTube en 2014, titulado “enseña menos, aprende más”, donde se refiere a los tres pilares básicos: uno, “entender la educación como una inversión y no como un gasto”; nunca se han recortado sus presupuestos, ni siquiera en tiempos complicados desde el punto de vista financiero”. Dos, “reclutamos muy buenos profesores y prestamos atención a su desarrollo profesional”. Y tres, “el trabajo conjunto para objetivos comunes entre el gobierno, el Ministerio de Educación, las escuelas y colegios y los profesores”.

En una nota firmada por Héctor Llanos Martínez, de El País de España, se dice que el programa Edusave, la columna vertebral de la educación singapurense, se lanzó en 1993 con el objetivo de maximizar las oportunidades para los estudiantes de escuelas financiadas por el Ministerio de Educación; unos de los objetivos de este programa es que los alumnos sobresalgan en “áreas académicas y no académicas”. La contribución inicial del Gobierno para el programa Edusave fue de mil millones de dólares, en la actualidad es de 5 mil 500 millones de dólares. 

Costa Rica, en medio de sus limitaciones, a diferencia de nuestro El Salvador, ha intentado desde hace varios años entrar en esta dinámica y sin duda alguna, aunque esté lejos, trata de emular a Singapur o Shanghai, también a la cabeza del Pisa, o cualquiera de los otros países líderes en educación y por lo tanto en progreso y desarrollo como lo son Corea del Sur, Finlandia, Hong Kong, Canadá, Nueva Zelandia, Japón o Australia.

Mientras en nuestro terruño, nuestro querido El Salvador, nos debatimos en una precariedad de primer nivel, donde pareciera que el horizonte es una prueba tan pobre como lo es la Paes, en sí misma deficiente y carente de vinculación con el proceso de enseñanza y aprendizaje, con las políticas de educación, la inversión, docentes de primera calidad que buscan y pretenden alcanzar metas de una educación que no solo sea meta sino medio para alcanzar el progreso y el desarrollo.

*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
ricardo.chacon@eldiariodehoy.com