Al cierre de su 73 Asamblea General, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció ayer que a lo largo del hemisferio se ha consolidado “un patrón de agresiones” contra la prensa que afecta el ejercicio periodístico, el cual proviene tanto de gobiernos como del crimen organizado.
La SIP emitió estas conclusiones tras la revisión del comportamiento semestral de la libertad de prensa por cada país, desde Canadá hasta Argentina, al cierre de su Asamblea, que inició el pasado viernes y que congregó a 1,200 medios de comunicación del continente, en el estado de Utah, en EE. UU.
Entre los informes de cada país, la constante fue el acoso a los periodistas y los medios, además de la “proliferación” de leyes que buscan debilitar el ejercicio periodístico y las presiones de agentes gubernamentales.
“La violencia en contra de los periodistas y de los medios, la proliferación de leyes y de proyectos que intentan controlar la actividad periodística, unidos a las presiones de parte de las autoridades y a la falta de acceso a las informaciones oficiales, constituyen los principales obstáculos para el ejercicio de la libertad de expresión en el continente americano”, señaló dicha sociedad en su manifestación conjunta final.
Las agresiones físicas, de acuerdo con la SIP, son la principal alarma que se ha desatado entre los periodistas, que han sido blanco del crimen organizado y de los gobiernos autoritarios, declararon.
“Esta conducta de persecución y acoso se manifiesta en agresiones físicas que en algunos casos llega hasta el asesinato o el intento de asesinato. Así, se han registrado embestidas en Bolivia, en Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Honduras, México, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela”, agregó la SIP.
Los ejemplos más dramáticos, reseñaron, están en México y Honduras, con siete periodistas muertos desde abril en el primer caso, y tres en el segundo.
Unido a este flagelo, la SIP mostró su preocupación por el alto grado de impunidad en la resolución de estos crímenes.
“Los asesinatos son la expresión máxima de brutalidad que puede alcanzar la censura. Pero no termina ahí la persecución a los profesionales de la comunicación, puesto que luego de cometidos los crímenes sus autores, en casi todos los casos, quedan en la impunidad más absoluta. Las investigaciones rara vez logran capturarlos y cuando lo hacen, sólo logran identificar a los autores materiales, pero quienes planifican el crimen no logran ser detectados”, manifestó.
Para la SIP, otro método para hostigar a los periodistas y a los medios de comunicación está en aprobar legislaciones que buscan entrometerse en los contenidos de los medios.
“El hostigamiento a la prensa se manifiesta también en las legislaciones y los proyectos de leyes que se discuten en diversos países del continente. En muchos de ellos, las autoridades procuran inmiscuirse en los contenidos editoriales”, expresó la organización.
Esto también pasa porque en varios países, como Argentina, Barbados, Ecuador, Honduras, Nicaragua y República Dominicana aún hay tropiezos para que exista una verdadera cultura de acceso a la información pública, tanto para los ciudadanos como par los medios de comunicación, agregaron.
Las “fake news” y los casos estadounidenses
Por otra parte, la SIP se pronunció sobre una tendencia por parte de varios funcionarios de gobierno para intentar el descréditos de periodistas y medios al llamar a sus publicaciones “fake news” o noticias falsas, especialmente cuando se trata de notas o reportes que no les son favorables.
La preocupación mostrada por la SIP es que estos ataques, como los sucedidos en Estados Unidos, pretenden suscitar la “desconfianza en los informadores”, al tiempo que los convierte en un blanco de “actitudes agresivas” en su contra.
“En este particular, es de notar que en Estados Unidos, que tiene desde su Constitución una defensa de la labor de la prensa y el derecho a la libre expresión, tan solo en el año que culmina se han registrado 31 agresiones físicas contra periodistas. Más de 30 reporteros fueron detenidos por agentes de la policía mientras realizaban su trabajo. Los medios en Estados Unidos, en general, permanecen bajo el asedio de una fuerte retórica contra ellos liderada por el presidente Donald Trump”, detalló la SIP en su informe.
Al mismo tiempo, detallaron que en otros países como Cuba y Venezuela, la agresión física contra periodistas ha ido en escalada en los últimos años, al grado de encarcelarlos (leer nota aparte).