La situación financiera del Estado es grave. Generadores de opinión y analistas han planteado en diferentes espacios la misma pregunta de forma clara y directa: ¿dónde está todo el dinero que se ha recaudado tan eficientemente por el Ministerio de Hacienda? Todos también llegan a la misma conclusión: el despilfarro, clientelismo y corrupción son la causa principal de la imparable hemorragia de fondos. Todas las instituciones solicitan dinero para mantener estas malas prácticas y, si alcanza, para desarrollar el trabajo que les corresponde o brindar los servicios que la ley establece deben dar a la ciudadanía.
Los voceros oficialistas se niegan a aceptar que este mal manejo del dinero público es lo que está causando el problema. Prefieren fabricar todo tipo de mentiras para presionar la aprobación del presupuesto para el próximo año, cuyas cuentas no cuadran, y obtener dinero prestado para seguir financiando sus vicios. Explotan, además, la crisis en seguridad pública para extorsionar a la ciudadanía, tratando así de volcar la opinión pública a su favor para seguir gestionando más dinero que al final será destinado a cosas que poco tienen que ver con mejorar la calidad de servicios que se brinda al salvadoreño común y corriente.
También están manipulando esta coyuntura para neutralizar a la Fiscalía General de la República, estrangulándola presupuestariamente.
Durante este año, Douglas Meléndez, titular de la institución, ha iniciado una cruzada en contra de la corrupción que poco a poco está dejando en evidencia las redes delictivas enquistadas en el aparato estatal.
Coincidentemente, Meléndez denunció hace poco ante los medios de comunicación, que solo tiene dinero para operar por cinco meses. Este lunes, Edwin Molina, gerente general de la Fiscalía, explicó que el Ministerio de Hacienda decidió recortar $30 millones del presupuesto solicitado y describió cómo esto impactará el trabajo desarrollado por la institución.
Meléndez resume las consecuencias de esta medida del Ejecutivo como el equivalente a “darnos un tiro de gracia”.
El único ente estatal que está luchando contra la marea, tratando de resolver el problema fiscal mediante la desarticulación del entramado de corrupción, clientelismo y despilfarro en el Gobierno, está siendo asfixiado.
El Fiscal General ya comunicó su preocupación en relación con esta estrategia del oficialismo, ofreciendo como alternativa recurrir a la cooperación internacional para instaurar una versión salvadoreña de la CICIG guatemalteca.
La dureza de las palabras que Meléndez seleccionó para hablar sobre el tema ilustra la gravedad de las consecuencias que se avecinan si el gobierno logra ahogar financieramente a la Fiscalía.
Los voceros del oficialismo no han adoptado una actitud que favorezca las investigaciones y la persecución de casos de corrupción. Al contrario, aprovechan cualquier oportunidad para poner en duda toda información que sugiera que funcionarios de esta y la pasada administración se han involucrado en ese tipo de prácticas.
Uno de los ejemplos más indignantes es la postura cínica y descarada del diputado del FMLN, Calixto Mejía, ante un video que circuló en los medios y las redes sociales, en el que se observa claramente a Miguel Meléndez, alias Mecafé, considerado como el operador del expresidente Mauricio Funes, entregar un sobre presuntamente con dinero a Luis Martínez, ex fiscal general.
En lugar de condenar el hecho, exigir una explicación a los funcionarios involucrados y pedir al Fiscal que investigue, el diputado Mejía trató de desvirtuar las imágenes -que podrían hasta ser incluidas como escena en cualquier película sobre mafiosos producida en Hollywood- sugiriendo que el intercambio filmado podría tratarse del simple desembolso de un préstamo personal.
El 2017 es un año decisivo para el futuro del país. Los casos que se perseguirán en los tribunales pueden abrir la puerta para limpiar las instituciones públicas y ponerlas de verdad al servicio de la ciudadanía. Necesitamos enfrentarlo con una Fiscalía robusta.
*Criminólogo
@cponce_sv
Necesitamos una Fiscalía robusta para el 2017
El 2017 es un año decisivo para el futuro del país. Los casos que se perseguirán en los tribunales pueden abrir la puerta para limpiar las instituciones públicas y ponerlas de verdad al servicio de la ciudadanía.
22 December 2016