Comprar noticias falsas o “fake news” en medios de comunicación digitales, con el fin de desacreditar a un adversario político y avivar la polémica por encima de las propuestas, tiene un costo de $2,700 semanales, según el experto en informática Mario Orellana.
Un precio nada despreciable, de acuerdo con este ingeniero en informática, invitado el martes por el Movimiento Libertad para dictar la conferencia “Manipulación informativa en los medios digitales”, sobre todo si se toma en cuenta el impacto que puede tener este tipo de informaciones en épocas electorales.
Diversos intereses en la esfera política se sirven de estos recursos, según Orellana, en época de campaña electoral, utilizando recursos que van desde fondos ilegítimos hasta un ejército de perfiles en las redes sociales para lograr los objetivos de descalificar a los adversarios políticos.
A juzgar por los profesionales en el tema, los sitios de “fake news” son los que generan información para sacar ventajas políticas, los que crean contenidos sin verificación de fuentes y los de corte satírico.
¿Cómo cambiar el curso de una campaña?
http://www.eldiariodehoy.com/noticias/nacional/62268/tribunal-sin-equipo-ni-personal-para-hacer-simulacro-electoral/
De acuerdo con Orellana, los medios digitales creados para fines políticos y dedicados a las noticias falsas, primero crean un perfil de sitios legítimos que presentan noticias con un alto grado de credibilidad, para luego girar hacia informaciones de descrédito contra los adversarios.
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“Cuando la fecha (de los comicios) se vaya acercando, comienza una promoción más agresiva, se contrata gente de verdad y se identifican los post para hacer que la gente (lectores) comience a creer, a meter videos falsos y así seguir distribuyendo cuando menos 10 noticias falsas en al menos cinco medios”, señaló el experto.
¿El costo por año? Orellana advirtió que todo esto se consigue por $120 mil, una cifra bastante asequible para los políticos que cuentan con altos presupuestos para sus campañas.
Pero no solo consisten en crear los cinco o más sitios digitales en formatos de periódico. Orellana aseguró que hay toda una trama donde entra en juego todo un conjunto de operaciones informáticas que permiten el intercambio de contenidos entre las personas que han dado “like” a estas noticias con otras personas que tienen sus mismas aficiones e intereses.
Otro dato lanzado por Orellana es el costo que tiene la promoción de los sitios falsos en redes sociales, con grupos target (objetivos) definidos, para compara comentarios positivos, lo cual cuesta $36 mil al año.
En resumen, cambiar el curso de la campaña tiene en costo, en un año, de $400 mil.
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Necesidad de legislar
El líder del Movimiento Libertad, José Miguel Fortín, señaló que combatir estos sitios y recursos tecnológicos para difundir noticias falsas requiere de una legislación adecuada, tanto en El Salvador como en otros países.
“Las distorsiones o manipulaciones informáticas son un verdadero atentado para la democracia. Le pasa a un montón de países, pero algunos ya tienen una legislación sobre todo esto, nosotros aún no la tenemos”, manifestó Fortín.
Dijo que la propuesta del Movimiento Libertad es trabajar en un marco normativo “y para eso hay que entender que existe un problema”, para luego discutir “un ley informática”.
A juicio del representante de Libertad, este tipo de regulaciones no afectarían el derecho a la libertad de expresión, pero “lo que no se vale es que yo me esconda en el anonimato, no se vale que de repente alguien me diga asesino y se esconda en el anonimato”.
Las “fake news” a debate de la SIP
Las noticias falsas, además de la ciberseguridad y otros desafíos para los medios digitales y escritos, será el tema que abordará en su próxima Asamblea la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a celebrarse desde mañana en Salt Lake City, Utah, Estados Unidos.
Dentro de los cuatro seminarios a desarrollarse, uno será tratará sobre la denominada Iniciativa de Integridad Informativa, encaminada a encontrar las maneras de proteger el derecho del público a estar informado frente al fenómeno de las noticias falsas.
Otro es “sobre el replanteamiento de los negocios de comunicación para adaptarlos al nuevo escenario”.