La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) vio confirmada ayer su fractura al juramentarse cuatro de sus cinco gobernadores ante la Asamblea Nacional Constituyente, un suprapoder instaurado por el oficialismo que no había sido reconocido por los adversarios del presidente Nicolás Maduro.
Los gobernadores Antonio Barreto (Anzoátegui), Alfredo Díaz (Nueva Esparta), Laidy Gómez (Táchira) y Ramón Guevara (Mérida), todos ellos de la MUD y del partido opositor Acción Democrática (AD), prestaron ayer juramento ante la ANC, cumpliendo así la exigencia para tomar posesión de su cargo formulada por el oficialismo.
El quinto candidato de la MUD que se impuso en las regionales del 15 de octubre, el gobernador del estado Zulia Juan Pablo Guanipa, del partido Primero Justicia (PJ), ratificó su negativa a “ser juramentado por una ANC” que volvió a tachar de “fraudulenta” y que, a su modo de ver, “no representa la voluntad del pueblo de Venezuela”.
La presidenta de la Constituyente, Delcy Rodríguez, advirtió tras juramentar a los cuatro gobernadores de las “consecuencias” que supondrá para Guanipa su rechazo a someterse a este órgano, que tampoco reconocen la Unión Europea y las democracias de más peso de América.
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La oposición venezolana se había comprometido a no llevar a cabo ninguna acción que supusiera un reconocimiento de la Constituyente. Los partidos de la MUD que participaron en las regionales habían asegurado que acudir a esta cita electoral convocada por la ANC no suponía legitimar a esta junta formada íntegramente por oficialistas.
La MUD consiguió 5 de las 23 gobernaciones en juego en las elecciones de este mes, por los 18 estados en que se impuso el chavismo gobernante. La oposición venezolana no acepta la validez de los resultados debido a los supuestos fraudes en el recuento y las numerosas irregularidades que ha denunciado.
La decisión de los gobernadores de AD de presentarse ante la ANC para poder asumir sus cargos ha provocado un alud de críticas dentro de la propia MUD y entre la sociedad civil venezolana, entre la que el rechazo a la Constituyente es generalizado.
“El engaño y descarado desprecio al pueblo es imperdonable”, escribió en su cuenta de Twitter el director ejecutivo de Foro Penal, Alfredo Romero. Esta ONG ofrece asistencia jurídica a la gran mayoría de detenidos y familiares de las decenas de personas que murieron este año en protestas contra la creación de la Constituyente.
Desde uno de los principales partidos de la MUD, Voluntad Popular (VP), el diputado nacional Armando Armas ha abogado por la creación de “una nueva alianza por Venezuela” de la que “quedarán fuera quienes han claudicado ante la dictadura”.
Huellas digitales
Por otro lado, la oposición venezolana denunció ayer que una auditoría a las elecciones regionales que se celebraron el pasado 15 de octubre podría revelar el fraude que asegura que se cometió en este proceso pues hay 1,624,000 votos en los que las huellas digitales no coinciden con las personas que sufragaron.
“1,600,000 personas tienen problemas que no se sabe si su huella es de la persona que votó”, dijo en rueda de prensa el presidente del Parlamento venezolano, Julio Borges, que destacó que este “fraude” puede ser “perfectamente detectado” si el Poder Electoral hace las auditorías correspondientes, algo que ya han solicitado.
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Explicó que parte de este grupo de personas puede tener el problema de que su huella no es la que votó o que el ciudadano tiene un defecto en sus manos y no pudo colocar la huella.
En ese sentido, afirmó que este no es un número que haya inventado la oposición sino que fue obtenido de las máquinas de votación y que los testigos del Consejo Nacional Electoral (CNE) pudieron ver en su momento.
Señaló que esto abre la posibilidad al problema del “voto múltiple”, pues dijo que la huella existe para que se pueda votar una vez y “la tinta indeleble” -que no se utilizó en estas elecciones- funciona para que se vea que la persona “ya votó”.