El privilegio de vivir en El Salvador

Todos queremos arreglar al país, para no tener que tomar un día la dura decisión de irnos. El problema es que no hemos querido empezar, porque no sabemos ni por dónde comenzar a construir el país que queremos.

descripción de la imagen

Por

02 November 2016

Probablemente al leer el título, pensarán que vivo en un universo paralelo, junto con muchos de los funcionarios de este gobierno que piensan que todo es perfecto. 

A diferencia de los funcionarios, yo no creo que todo está bien en El Salvador. Al contrario, sé que tenemos problemas grandísimos a los que ni siquiera se les ha comenzado a buscar una solución. Pero me sigo considerando afortunado de estar aquí. 

Y estoy seguro de que muchos de los que han tenido que irse del país también nos ven como privilegiados a quienes podemos estar en nuestro país. Muchos de los salvadoreños que han tenido que irse para buscar nuevas oportunidades viven añorando a sus familias, la comida típica, nuestro clima, lo cerca que tenemos las playas o el calor humano de los salvadoreños. Y todo esto y más hace que pasen recordando con nostalgia al país y contando los días para poder regresarse. 

Y nosotros aquí estamos. Y todos queremos arreglar al país, para no tener que tomar un día la dura decisión de irnos. El problema es que no hemos querido empezar, porque no sabemos ni por dónde comenzar a construir el país que queremos. Entonces, hay que comenzar por cosas pequeñas. 

La suma de pequeños actos puede generar grandes cambios. Comencemos por ser justos con quienes trabajan con nosotros. No solo existen empresarios que buscan aprovecharse de sus colaboradores, como nos quieren hacer creer algunos políticos. Pero no nos vayamos tan lejos… comencemos con dar un trato justo a quienes tenemos cerca, como las personas que nos ayudan en la casa.
 
Comencemos a generar cambios que no cuestan nada, pero que pueden hacer una gran diferencia si los ponemos en práctica a diario: demos el paso al manejar, pidamos siempre que nos den factura al hacer compras, declaremos bien nuestros impuestos, no demos “mordida” cuando sabemos que nos merecemos una multa por haber roto las reglas, cumplamos con nuestras obligaciones en los trabajos…
 
La lista puede seguir, y estoy seguro de que cada quien tiene también su propia lista de pequeñas acciones que pudieran ayudarnos a ser mejores ciudadanos. 

Y con respecto a los políticos, recordemos que también necesitamos tener a las personas correctas, para lograr que el país camine hacia donde queremos. 

Y nosotros tenemos la oportunidad de escoger a quienes dirigen el país. Nosotros podemos hacer que la clase política deje de ser un club de colas pateadas. Está en nuestras manos que quienes dirigen al país sea gente honesta y trabajadora, que quiera trabajar para mejorar la situación de nuestro país y no únicamente vean a la política como una manera de mejorar sus propias vidas. 


*Colaborador de El Diario de Hoy.