La ingenuidad ya no es excusa

Los que empujan por darle dinero al FMLN "para salvar al país" no saben o no quieren saber algo tan elemental. ¿Y quién les garantiza que el dinero iría a "salvar" a este país?

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03 November 2016

En la negociación sobre la deuda del país ARENA va con los pies hinchados. No es la primera vez que estas negociaciones se han dado. En ninguna de ellas el FMLN y el gobierno han cumplido con lo que han firmado. ARENA no puede asumir que si da autorización para los préstamos, el gobierno va a usar los fondos para lo que hayan sido pactados y menos que cumplirá con las condiciones que haya aceptado.
 
Por ejemplo, en el caso del Decreto 388, el gobierno prometió pagar, entre otras cosas, las pensiones de los militares. ARENA aprobó el endeudamiento pero luego descubrió que el gobierno estaba otra vez pidiendo dinero para pagar exactamente las mismas pensiones. ARENA descubrió que los bonos fueron emitidos, y que había 100 millones, suficiente para pagarlas, en un depósito en el Banco Central. El gobierno había mentido al decir que no tenía dinero. Había tratado de engañar a ARENA al volver a ponerlas para financiarse cuando ya las habían puesto en otro préstamo aprobado antes, y además no había cumplido ninguna de las condiciones a las que se había comprometido al momento de obtener la autorización de ARENA.
 
Igualmente mentirosa fue la promesa del FMLN de emitir la Ley de Responsabilidad Fiscal para obtener 800 millones que ARENA aprobó hace unos años. No cumplieron y ahora están otra vez ofreciendo esa ley para obtener lo que puedan en esta ocasión. Es decir, cuando se les autoriza el dinero, lo gastan en otra cosa y regresan para pedir otra vez por lo mismo, y prometen hacer cosas que ya han ofrecido antes y no cumplido. Y ARENA, increíblemente, ha regresado cada vez por el mismo dedo que le ha dado este atol, aprobando dineros para “salvar al país” sabiendo que no serán usados para hacerlo.
 
Ya esa excusa de “salvar al país” se está volviendo rancia. Ya no será excusa decir “nos engañaron” cuando dentro de unos meses el FMLN la vuelva a hacer. Decir que les vuelven a creer suena más bien a una excusa para darle al FMLN lo que quiere, porque es dudoso que alguien de más de diez años de edad pueda ser tan ingenuo como para ser estafado tantas veces con el mismo grotesco truco.
 
Ahora dicen que hay que darles el dinero porque, si no, van a hacer algo peor, como desdolarizar. ¿Y hay alguien en el país que crea que si el FMLN quiere desdolarizar va a dejar de hacerlo porque ARENA le autorizó préstamos? Si ni siquiera es una condición que no la hagan, y si lo fuera no importaría porque no cumplen lo que firman. 

Más aún, sería una estupidez para el gobierno desdolarizar porque perdería enormemente. Al crear dinero el colón se devaluaría y las deudas están en dólares, con lo que el peso de ellas sobre el gobierno y la economía del país aumentaría drásticamente, y los intereses en colones se irían por encima de 50 por ciento, y nadie, ni el gobierno, podría pagar sus deudas, y el país entraría en una crisis tan grande que el FMLN desaparecería de las elecciones por siempre. Y además, el gobierno tendría que regresar a pedir permiso a ARENA para poder endeudarse, igual que ahora. Dependería igual de ARENA, pero en condiciones infinitamente peores. Los que empujan por darle dinero al FMLN “para salvar al país” no saben o no quieren saber algo tan elemental. ¿Y quién les garantiza que el dinero iría a “salvar” a este país?
 
Además, el gobierno ya está mintiendo abiertamente con el presupuesto para 2017, que contiene cifras que son mucho menores que las que va a necesitar, esperando que ARENA sea tan débil que se convierta en cómplice de ellos, lavándole la cara y condonando su mentira. ¿Lo hará ARENA?

ARENA no debe aprobar nada si el gobierno no presenta un presupuesto que diga la verdad y que reduzca los gastos en al menos uno y medio puntos del PIB, que es lo estimado necesario por el FMI. Si lo hace, perderá el respeto hasta de las instituciones internacionales, que ya se ríen de que ARENA discuta sobre un presupuesto abiertamente mentiroso. 

La ingenuidad ya no es excusa… y la falta de carácter tampoco.
   

*Máster en Economía,
Northwestern University.
Columnista de El Diario de Hoy.