Estados Unidos se enfila a nueva fase en Siria tras Raqqa

El mandatario aseguró que el fin del Estado Islámico “está a la vista”

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Por Agencias

21 October 2017

El presidente Donald Trump considera que la expulsión del grupo Estado Islámico de su bastión sirio es un hito en la lucha de Estados Unidos contra el terrorismo y un paso más hacia la transición polí­tica y la paz duradera en Siria.

Tal aseveración, hecha a través de un comunicado emitido el sábado, contrarresta con las advertencias realizadas en dí­as recientes por sus asesores de seguridad nacional de que los extremistas siguen siendo totalmente capaces de afectar los intereses estadounidenses. Y no hay indicios de una transición polí­tica inminente tras el reciente fortalecimiento del gobierno del presidente sirio Bashar Assad.

Las fuerzas encabezadas por curdos declararon la victoria el viernes en Raqqa, la autoproclamada capital de los extremistas en Siria y donde aterrorizaron a la población durante cuatro años.

Trump lo llamó "un logro crucial en nuestra campaña mundial para derrotar al ISIS y su malvada ideologí­a", y agregó que "el fin del califato del ISIS está cerca", refiriéndose al Estado Islámico por su acrónimo en inglés.

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Subrayó sus esfuerzos para incrementar la fortaleza de las fuerzas militares estadounidenses en el lugar, y reiteró su afirmación de que en meses recientes se ha hecho más para vencer al grupo "que en los últimos años".

Estados Unidos "pronto pasará hacia una nueva fase" en Siria, afirmó Trump, y ofrecerá su apoyo a las fuerzas locales de seguridad. Indicó que el gobierno estadounidense respaldará las negociaciones diplomáticas para poner fin a la violencia en el paí­s, permitir que los refugiados regresen a salvo a sus hogares, y se "genere una transición polí­tica que acate la voluntad del pueblo sirio"?.

estado islamico

Sin embargo, no hay indicios de una transición polí­tica en el corto plazo.

Las negociaciones encabezadas por las Naciones Unidas no dan muestras de avanzar realmente. La expulsión del Estado Islámico de Raqqa y otras partes de Siria ha coincidido con la creciente influencia de Irán y Rusia en el paí­s y una posición más firme de Assad, lo que reduce aún más las posibilidades de llegar a una solución polí­tica como la que espera Estados Unidos desde hace tiempo.