Las cifras que aparecen en el título de este artículo no corresponden a premios acumulados en sorteos de la Lotería Nacional, sino a los apremiantes llamados del Presidente Sánchez Cerén en sus shows sabatinos, para cubrir las necesidades del gobierno para terminar el año, porque ya no hay dinero.
Estas cifras millonarias causan escalofrío a cualquiera, porque de aprobarse, los pagarán nuestros nietos sin jamás saber en qué se gastaron. Nuestros funcionarios, que nunca han sido empresarios, ni pagado planillas, ni ejecutado un presupuesto aceptable, parecen no haber considerado la inmensa cantidad de dinero que son cuatro mil millones de dólares. Como dato comparativo, vale la pena saber que la reciente expansión del Canal de Panamá, una megaobra orgullo de los panameños, tuvo un costo de cinco mil millones de dólares, con los recargos finales. Cifra que puede ser comprobada en la página electrónica del Canal de Panamá.
Es de todos sabido que este gobierno es el que más recursos ha recibido en la historia del país, y aunque el Ministro Cáceres alega que la recaudación fue $300 millones menor, olvida los varios millones procedentes de nuevos impuestos. Y que entre mayo y septiembre de este año, se han aprobado $8,181 millones en nuevos préstamos, y todavía no hemos visto ninguna obra que refleje tanto dinero percibido.
En artículos de opinión, en análisis de especialistas y como inquietud del ciudadano de a pie, se está repitiendo la pregunta del millón: ¿Dónde está el dinero? Y qué destino ha tomado, para que sigan repitiendo que no hay pisto ni para escalafón, pensionados del IPSFA, pago a proveedores, Fodes de las alcaldías, presupuesto para escuelas y medicinas para los hospitales. Mientras los funcionarios siguen acusando a la Sala de lo Constitucional por los $900 millones congelados y a ARENA por no votar por $1,200 millones más.
Algunos opinan que la plata voló a Venezuela, para ayudar a mantener la dictadura de Maduro y pagar la deuda de Alba Petróleos. Otros, que está muy bien guardado para financiar las próximas campañas electorales, al apagarse la luz del faro venezolano. O en la creación de nuevos ministerios o viceministerios, para quienes se están quedando sin hueso. O que ya forma parte del abultado patrimonio de la privilegiada oligarquía de nuevos ricos. Elucubraciones todas que pueden tener una parte de verdad.
Porque no hay millones que alcancen, mientras la Asamblea siga con un presupuesto que incluya viajes inútiles, comilonas abusivas, seguros médicos privados, y CEPA siga cambiando sus enormes flotas vehiculares, para que don Nelson y don Emérito dispongan de 6 vehículos que pueden usar discrecionalmente. El pueblo tiene derecho a exigir una verdadera política de austeridad obligando al Goes a suprimir de inmediato tanto lujo y despilfarro, les guste o no les guste.
1) Suspender todos los viajes a los funcionarios, independientemente de su importancia. 2) Obligar a los funcionarios a pagar de su bolsa sus almuerzos, refrigerios y otros gustitos. 3) Suspender todo seguro médico privado, y que los beneficiados empiecen a pagar sus consultas de su propio bolsillo. 4) Disminuir el enorme parque vehicular asignado a los funcionarios, limitándolo a un vehículo por cabeza, para uso estrictamente oficial. 5) No asignar vehículos con motorista y seguridad, a familiares de funcionarios para su uso particular. 6) Investigar si los expresidentes y familiares mantienen el derecho a carros pagados por el Estado y suspender tal prestación. Los millones así ahorrados ayudarían a solucionar la situación fiscal, sin despojarnos de los fondos de nuestras pensiones. ¿Dónde está el dinero?
*Columnista de El Diario de Hoy.