A mí me gustan las pupusas

Éxito, de Espíritu Libre, que sacude nuestro esqueleto en las pachangas, más aún con espíritu de caña. ¡Todos a cantar el Himno de la Pupusa el próximo domingo!

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07 November 2016

Bienvenido, noviembre. Mes de días más cortos, aires más frescos y muchas celebraciones: El Día de los Santos Difuntos, el Primer Grito de Independencia, el Thanksgiving para los medio gringos, el Black Friday para que el comercio salga de agüite, y el Día de La Pupusa el próximo domingo.

Felicidades, “Plato Nacional de El Salvador”. Feo tu nombre, delicioso tu sabor. En los tiempos de Ciro (2005),  la pupusa así declarada, por decreto legislativo, “gracias a su procedencia autóctona y aceptación popular. Y con el propósito de festejar la pertenencia de este invento culinario, esta sesión solemne declara el segundo domingo del mes de noviembre como Día Nacional de la Pupusa”.

Su procedencia autóctona es del occidente de El Salvador, asentamiento principal de los pipiles (San Andrés, Izalco, mi bello Sonsonate), quienes echaban  “Popotlax” en el comal, mucho antes del gas y de la luz. 

Mi cuñado gringo se moría de la risa, la primera vez que lo invitamos a comer pupusas, “Really pupu-sas, ja, ja, ja”. Y eso que no le conté su otro significado.

No Cal, en Náhuatl  ‘popotl’ significa grande, relleno abultado, pero no es lo que te estás imaginando.  ‘Tlaxkali’ significa tortilla.  1 + 1 = tortilla rellena.

Las  verdaderas pupusas las rellenamos de quesillo, queso con loroco, chicharrón, frijoles fritos, y  all of the above. Feo tu nombre, delicioso tu sabor.

Son tan pero tan sabrosas, que los catrachos nos las trataron de quitar en los días en que, gracias al CAFTA, brotó una industria exportadora de pupusas (y demás productos nostálgicos). Creo que tuvimos que contratar a Arias & Muñoz, para garantizar denominación de origen cuscatleco.

La denominación de origen es un sello de garantía para el Made in El Salvador, es la visa para entrar a los anaqueles gringos, es oxígeno para nuestra economía con neumonía.

Según el ministerio pertinente, la venta de pupusas es fuente de 250,000 empleos y genera millones. ¡Cómo que no! si de a 7 por 1 colón,  en los 70’s,  ahora una por el dólar.

Mejor cantemos: Yo soy guanaco y voy a invitarlos, para que vengan a saborear conmigo (hoooo) / esa comida que en El Salvador (y en los Yunái), siempre acostumbro y me gusta comer / ¿Son pasteles? No, no son pasteles / ¿Son tamales? No, no son tamales / ¿Son garrobos? No, no son garrobos / ¿Yuca frita? No (7 veces) / Que es lo que te gusta (4 veces) /  (Griten) A MÍ ME GUSTAN LAS PUPUSAS, CON CURTIDO Y SALSA DE TOMATE (not  ketchup, Cal), A MÍ ME GUSTAN LAS PUPUSAS, TOMARME UNA TAZA DE CAFÉ (¿A quién no?). A MÍ ME GUSTAN DE QUESO, REVUELTAS, O DE CHICHARRÓN.

Éxito, de Espíritu Libre, que sacude nuestro esqueleto en las pachangas, más aún con espíritu de caña. ¡Todos a cantar el Himno de la Pupusa el próximo domingo! Y a ver el video en You Tube.

El video nos hace agua la boca por desayunar pupusas de arroz en Olocuilta; por almorzar con las de comal y maíz tierno en los Planes, y por cenar con las revueltas de Antiguo. No se preocupen, que solo tienen 350 calorías (las de queso, las de chicharrón mejor ni pregunto).

El domingo podemos ser testigos si el Rey Comelón de Pupusas mantiene su corona, premio por bajarse 51 con Tropical. Y vieran qué flaco es.
También podemos ayudar a mantener  el récord Guinness como dueños de la pupusa gigante: 200 libras de Maseca, 90 de queso, 50 de chicharrón, 50 de frijol y miles de fotos y sonrisas. Se espera superar los 4.5 metros de diámetro y alimentar a más de 5,000 fans.  A MÍ ME GUSTAN LAS PUPUSAS.

A mí también me gusta noviembre en El Salvador;  además de tanta actividad, me inspiran sus cielos azules, el aroma de su verde intenso, el fruto de su café, sus amaneceres, atardeceres, mareas y estrellas.

Lo que no me gusta es los gastos  y desvelos que se avecinan. Ya la  señora platica de pintar la casa, organiza celebraciones, anuncia lo que pretende le regale, y ya quiere sacar los chunches de Navidad.  

 Mejor respiro hondo. Ommmmmm...
 

*Columnista de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com