Con motivo del juicio popular, el abogado defensor Licenciado Bananemberg Del Monte expone sus alegatos finales:
“No puedo callar más y mantenerme en silencio cuando observo tanta injusticia a mi alrededor. Como dijo el gran José Martí, tanta responsabilidad tiene el que comete una injusticia como el que no hace algo por impedirla.
Pues así me siento yo, obligado a impedir tanto atropello, abuso e iniquidad cuando veo cómo emiten sentencias y pronunciamientos cargados de mentiras y barbaridades contra inocentes que por su misma naturaleza no pueden defenderse ni alegar con pruebas, su lógica y científica inocencia: el pan y la tortilla.
El pan y la tortilla han sido acusados y condenados desde hace más de cincuenta años de ser responsables del aumento de peso de muchas personas, y a pesar de las múltiples evidencias y pruebas científicas contundentes que respaldan su inocencia y ausencia total de delito, la opinión pública se mantiene en una permanente e incesante actitud de destrucción de la imagen e inmanencia de estos dos alimentos que han sido tan fieles y protectores de la raza humana desde que nacieron al mundo y al estómago de tantos seres humanos a los cuales les saciaron su apetito y les satisficieron sus necesidades de energía y nutrientes.
No dejo de sorprenderme al escuchar cómo algunos, a pesar de la información que se difunde en el país desde hace quince años sobre temas de nutrición, salud y alimentación, siguen acusando que sus excesos de peso y grasa corporal son debidos a un alimento en particular que comen, sin recordar los demás alimentos que también comen usualmente y que seguramente contienen más calorías que el pan y la tortilla que comen cada día.
No logro comprender que no hayan leído o escuchado en tantos medios de comunicación, que el peso del cuerpo de cada persona depende del número de calorías que consume cada día y que estas calorías surgen de todos y cada uno de los alimentos que se ingieren en las 24 horas que conforman un día con su noche.
A menos por supuesto que solo coman pan o solo coman tortillas, y de estos unos treinta de cada uno o más, de tal manera que sobrepasen el número de calorías que necesitan cada día. Ahí sí, el peso y la grasa incrementarían por la presencia de estos aunque no por su culpa. La culpa es de esas personas que decidieron comer tantos panes y/o tantas tortillas.
Y es que un pan, un solo pan “de caja” de tamaño promedio, solamente aporta 65 calorías, y una sola tortilla, entre 100 y 140 calorías.
Si comparamos estas cifras calóricas con otras, ejemplo, con la de una taza de frijoles molidos y refritos que nos da 685 calorías, y de los cuales se comen dos veces al día en esta tierra cuscatleca, tenemos que aceptar que en realidad estamos buscando culpables donde no los hay.
Así es como de esta manera he decidido romper mi silencio y la complicidad que esta omisión conlleva, dándole su lugar a cada concepto y declarando, por fin, que el pan y la tortilla no son culpables del peso y la grasa corporal de las personas, sino de todo cuanto éstas comen en un día, especialmente, de las cantidades y no de cada alimento en sí. He dicho”.
*Médica nutrióloga.
Colaboradora de El Diario de Hoy.