Mi experiencia vivida como expresidente de la Corte Suprema de Justicia, durante el mandato del Doctor Armando Calderón Sol.
El 28 de julio de 1994, fui electo por la Asamblea Legislativa y por unanimidad como Presidente de la Corte Suprema de Justicia y de la Sala de lo Constitucional, con base en las reformas Constitucionales de 1992 y después de los Acuerdos de Paz.
Los tres Órganos del Estado se integraron en esa época por el doctor Armando Calderón Sol al frente del Ejecutivo, la señora Gloria Salguero Gross, del Órgano Legislativo, y el suscrito, de la Corte Suprema de Justicia.
Por haber sido parte integrante de ese gobierno puedo asegurar con toda propiedad que durante el mandato del extinto ex presidente Doctor Armando Calderón Sol (Q.D.D.G.) se le dio estricto cumplimiento al principio de la división de poderes, base fundamental del Estado de Derecho y de la Democracia.
El Doctor Calderón Sol como la señora Salguero Gross nunca tuvieron injerencia alguna en la Corte Suprema de Justicia y fueron respetuosos de sus decisiones, con lo cual contribuyeron en gran medida al desarrollo y el fortalecimiento de la democracia en El Salvador; de lo anterior pueden dar fe mis apreciables colegas magistrados que me acompañaron durante el ejercicio de mi cargo.
Por los motivos anteriores son merecedores del respeto y la admiración de todos los ciudadanos demócratas de nuestro país.
En mi caso particular, quiero resaltar que fui electo Presidente de la Corte Suprema de Justicia y de la Sala de lo Constitucional sin haber tenido ninguna vinculación con partido político alguno, situación que aún conservo, por lo que me satisface haber sido un Presidente independiente, en estricto apego a nuestra Constitución y a la corriente jurisprudencial establecida recientemente por la actual Sala de lo Constitucional en el sentido que los altos funcionarios del gobierno no deben tener filiación partidaria alguna.
Termino estas breves reflexiones reiterando mi profunda pena por el fallecimiento del Doctor Armando Calderón Sol, a quien debemos reconocer que gobernó apegado estrictamente a la Constitución y a las Leyes, por lo que quienes lo acompañamos en su gobierno no podemos menos que reconocer su liderazgo en el ejercicio de tan importante cargo y que fue un gran impulsor del sistema democrático en el país.
Que descanse en paz.
*José Domingo Méndez
Expresidente de la Corte Suprema de Justicia. Colaborador de El Diario de Hoy.