Una red de globos con sistemas repetidores de señales telefónicas está instalando la empresa matriz de Google para restablecer comunicaciones en Puerto Rico, factor esencial para iniciar la reconstrucción de la isla, devastada por el huracán María.
Sin comunicaciones es imposible coordinar labores de alguna magnitud, restablecer servicios esenciales, dirigir los destinos de la asistencia externa, poner en contacto a los pobladores con sus familiares fuera del país. Hay comunicaciones de radio pero son pocos los que tienen acceso a ellas, tanto para enviar mensajes como para recibirlos.
Por hoy las pocas emisoras que operan son la única forma de dirigir rescates y ayuda a grupos aislados.
Lo que aflige a Puerto Rico, aislado en gran medida en lo interno y lo externo, comprueba la decisiva importancia que tienen las comunicaciones en la época actual, lo que todos --hasta en países de escaso desarrollo-- dan como obligado: en muchas partes de África carecen de servicios de agua o salubridad, pero “celulares” tienen muchos de sus habitantes.
Por recoger su celular, un jovencito cayó de un edificio y murió, y por robar celulares muchas bestias que pululan en nuestras ciudades son capaces de asesinar a gente indefensa.
Los salvadoreños no sólo tenemos excelentes sistemas de comunicación en todos los campos, desde un número de celulares que es mayor que el de los pobladores, sino radiodifusoras, periódicos, internet, redes sociales (ensuciadas por los troles), boletines, conferencias, lo que va de boca en boca en las comunidades pequeñas.
Las comunicaciones coordinan la producción de toda clase de bienes al informar de precios, tanto internos como externos.
Saber de precios hace que las personas, grupos y familias usen con más eficiencia sus ingresos, más en estos momentos de creciente calamidad.
Creatividad y comunicación mueren
en las dictaduras “socialistas”
¿Qué dirían los puertorriqueños, o cualquier comunidad, de que grupos delictivos se dediquen a destruir la red de globos e interferir en las precarias comunicaciones de la Isla en estos momentos de crisis?
Pues lo peor que puede sucederle a una persona, a un grupo social, a un país, es quedar a oscuras, encerrados, sin contar más que con recursos primitivos y precarios para comunicarse unos con otros.
Eso es lo que sucede en Cuba, donde el régimen “ha destruido los globos” y se esfuerza para que los pobladores estén lo más aislados posible unos de otros, que apenas tengan una pequeña ventana a lo que se les permite saber.
Y es lo que se ha venido intentando hacer aquí al hostigar a los medios, recurrir a troles para confundir, amenazar grupos independientes de pensamiento, vigilarlos... Se llegó ya al extremo de pretender imponer una “autorregulación” a los medios, la cual se prestaba a toda clase de ambigüedades y censuras a futuro en aras de la “seguridad pública”.
Hace pocos días los publicistas salvadoreños tuvieron una convención, la que fue en sus rasgos esenciales un homenaje a la creatividad y a las comunicaciones.
La creatividad es lo primero que desaparece en un régimen socialista y tras la creatividad van los comunicadores, los informadores, la difusión de ideas, el color y la alegría. Son profesiones que mueren de inmediato, como los abogados, la administración de justicia, los pensantes.