Que el médico austro-húngaro Hans Bruno Selye quien en 1956 tomo prestado el término “Stress” de los ingenieros civiles, quienes inicialmente lo utilizaban para describir las dificultades que experimentaban los seres humanos para adaptarse a las condiciones cambiantes en el medio ambiente en donde se construían casas y otras edificaciones. Él lo denominó “Síndrome de Adaptación General” o “Síndrome de Stress” y sus estudios sobre el tema habían iniciado treinta años atrás cuando empezó a desarrollar la teoría basándose en la influencia que producía la tensión de los problemas externos en la capacidad de las personas para adaptarse o enfrentar las consecuencias de esas dificultades.
Los estudios del doctor Hans Selye revelaron que las personas sometidas a esa tensión externa podían presentar una variedad de síntomas los que eventualmente podrían llegar a producir enfermedades o incluso la muerte si no se controlaba la base de esta tensión. De acá surgieron las conclusiones que presentaban al “stress” como un estado interactivo y dinámico pues reflejaba la acción entre las personas y el ambiente hostil en el cual vivían y lo más importante aun fue el concepto de llegar a la base de la tensión para evitar las consecuencias desastrosas de esta situación.
En la actualidad se hace una separación sobre los problemas que nos causan tensión y se vuelven constituyentes estresantes en nuestras vidas, estos se han dividido académicamente en “factores estresantes positivos” tales como un ascenso laboral, el nacimiento de un hijo o la planeación de una boda y en aquellos denominados “factores estresantes negativos” como sería enfrentar un despido laboral, realizar un examen escolar o recibir la noticia de una enfermedad fatal. En este sentido hemos aprendido que aunque dos personas sufran un mismo evento estresante, ellos pueden encararan estas situaciones en forma desigual y por consiguiente tendrán consecuencias en su salud que serán diferentes. Por ejemplo adolescentes hijos de padres depresivos son más sensibles a los eventos estresantes que los adolescentes cuyos padres no sufren de depresión, además de que los primeros tendrán mayores posibilidades de sufrir de depresión después de eventos estresantes.
Dos elementos importantes con respecto a los factores estresantes son: 1) El tiempo de exposición, así un niño sometido a abuso infantil que se prolonga hasta la adolescencia tendrá consecuencias más severas que si el maltrato es de corta duración. 2) De igual manera la apreciación que tenemos del evento estresantes es importante, así un trabajador que percibe su “trabajo como una carga” tendrá las mismas consecuencias en la salud que aquel que realmente tiene un trabajo desgastante y tenso.
Sin embargo no todo es negativo con respecto al “stress”, es necesario enfatizar que existen componentes en la vida de las personas que se ha demostrado favorecen una respuesta positiva ante eventos estresantes: Niveles altos de optimismo, gran autoestima, control psicológico ante los problemas, soporte familiar y social frente a las dificultades. Es por esta razón que la forma en que enfrentamos los eventos estresantes tiene tanta importancia, así solamente nosotros podremos decidir sin las consecuencias serán positivas o negativas.
*Médico y colaborador
de El Diario de Hoy