Solo dos de cada siete personas encuentran un trabajo formal en El Salvador

Fusades asegura que no hay una política estructurada para incentivar el empleo formal.

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Sector textil espera cerrar 2017 con un crecimiento similar al 3 % del año pasado. Insisten en que no es suficiente.

Por Karen Molina

11 October 2017

De cada siete salvadoreños que alcanzan la edad para trabajar, apenas dos encuentran un empleo formal, con el que cotizan a la seguridad social y al sistema de pensiones, mientras que el resto tiene que trabajar en el sector informal, con salarios inestables y sin beneficios laborales.

Así lo determina un estudio elaborado por el departamento económico de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) denominado: “Alta informalidad laboral por bajo crecimiento económico”.

La institución estima que unos 54 mil salvadoreños ingresan cada año a la fuerza laboral, pero solo uno de cada cinco encuentra un trabajo formal.

Eso sin contar que al país ingresan cada año unos 23 mil salvadoreños deportados de Estados Unidos, que también llegan buscando una fuente de empleo.

Además está el grupo de los desempleados, en los cuales los jóvenes y las mujeres son los más afectados. Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2016, hubo 1.4 millones de mujeres inactivas a pesar de estar en edad productiva.

Se ha mantenido

Y aunque el porcentaje de trabajo informal no es nuevo, Fusades asegura que el Gobierno no ha hecho nada para reducirlo. Por el contrario, lejos de revertirse, la informalidad sigue manteniéndose en el mismo nivel año con año.

Los analistas del departamento económico de Fusades, José Andrés Oliva y Pedro Argumedo, aseguran que no hay ninguna política pública estructurada para reducir el trabajo informal, ni en el corto ni en el mediano y largo plazo.

Por el contrario, los incentivos que existen son para mantenerse en la informalidad.

Una línea histórica desde 1998 hasta 2016 muestra que la informalidad se ha mantenido entre el 69 y 70% sin ningún cambio hacia la baja. Es más, en 2016 hubo más personas en el mercado informal (unas 1.8 millones) mientras que entre 2007 y 2008 se contabilizaron unos 1.6 millones de salvadoreños en este rubro.

“No tenemos una política estructurada y ordenada para reducir la informalidad”, dijo Argumedo.

Productividad

Como ejemplo de los incentivos para la informalidad, los analistas económicos exponen que una persona con salario mínimo de $300 obtiene el total de su salario en el sector informal, aunque este no sea permanente todos los meses.

En cambio, en el sector formal, el empleador tiene que tener disponible un 30% más para costear las compensaciones de ley como el pago del seguro social (ISSS), el aporte a la AFP, el aguinaldo, vacaciones e indemnización.

Andrés Oliva explica que este aumento de costos para el empresario requiere que el trabajador aumente su productividad para que así, la empresa también tenga rentabilidad.

“Los costos de la formalidad son un factor importante que explican por qué muchas empresas pequeñas no tienen capacidad para pagar su contribución a la seguridad social”, afirma Oliva.

Y esa productividad para mantenerse como un negocio rentable también necesita de más capacitación, un mejor nivel académico y más habilidades que solo lo dan una mejor educación en las escuelas nacionales.

También influye la atracción de más empresas, que solo podrían venir si encuentran un clima de inversión propicio y un nivel de certidumbre estable para establecer sus negocios en el país.

Costa Rica, por ejemplo, es uno de los países de la región en la que más se ha aumentado la formalidad. Lo mismo está ocurriendo en Nicaragua.

Argumedo señala en su estudio que, para que El Salvador logre reducir la informalidad, tendría que tener un crecimiento de un 6% y no el 2.4% que registra hoy.

En el estudio los economistas muestran que entre 1991 y 1999 la economía creció 4.9% del PIB y eso produjo un crecimiento del 7.1% del empleo formal.

Pero ahora que solo se ha crecido un 2% entre 2011 y 2016, el empleo formal solo ha variado un 2.2%.

“Con un país que tiene el 70% de informalidad, la receta es el crecimiento económico. Necesitamos crecer un 6%”, dijo Argumedo.

“El crecimiento económico de 2.5% que tenemos hoy está condenando a la gente a seguir en el sector informal”, agregó el economista.