Corrupción, desconfianza ciudadana y seguridad

Cada vez que personajes vinculados al oficialismo son señalados por corrupción o salen en defensa de quienes han sido asociados con corrupción, la confianza en la policía se deteriora.

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06 October 2016

La Prensa Gráfica, hace unos pocos días, publicó en su sitio web el video de un foro que organizó, en el que varios miembros del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC) respondieron interrogantes planteadas por sus periodistas sobre el Plan El Salvador Seguro. Las intervenciones de los integrantes del CNSCC no resultaron esperanzadoras, pero sí lograron individualizar un tema crítico.

Las preguntas formuladas por los periodistas fueron interesantes, pero, lastimosamente, la mayoría de las respuestas fueron formuladas en tono apologético y con elementos poco alentadores, considerando que el Plan ya tiene más de un año de estar siendo ejecutado. En varias ocasiones, los funcionarios que participaron se enredaron en sus respuestas y no pudieron citar avances concretos en temas específicos de relevancia. Los miembros de la sociedad civil que forman parte del Consejo, además, en algunas de sus intervenciones señalaron limitantes serias como, por ejemplo, la falta de una comisión para administrar los fondos del Plan. Después de un año de vigencia del Plan, este tipo de respuestas no resultan esperanzadoras.

El representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que participó en el foro trató de enderezar este tipo de intervenciones. La mecánica del oficial del organismo multinacional siempre fue la misma ante estas situaciones: pedir la palabra, pintar como innovador algún componente del Plan relacionado con la respuesta ofrecida por su antecesor y, finalmente, plantear acciones futuras planificadas en el marco de dicho componente. 

La discusión generada en el foro, sin embargo, logró identificar un tema muy importante vinculado a las probabilidades de éxito (o fracaso) de cualquier iniciativa impulsada por el gobierno en materia de seguridad: la desconfianza. Los diferentes participantes coincidieron en que la falta de confianza en la Policía, y el gobierno en general, es uno de los principales obstáculos para la articulación de esfuerzos con diferentes actores a nivel local.

Según algunos estudios comparativos, el nivel de desconfianza ciudadana en la policía no solo depende de la policía. Los resultados de dichas investigaciones indican que entre mayor es el nivel de percepción de corrupción en el gobierno, manteniendo los demás factores constantes, mayor es el nivel de desconfianza en la policía y otras autoridades. El comportamiento de todos los funcionarios, por lo tanto, afecta el grado de desconfianza que la ciudadanía tiene en relación a la policía. 

Bajo esta premisa, cada vez que personajes vinculados al oficialismo son señalados por corrupción o salen en defensa de quienes han sido asociados con corrupción, la confianza en la policía se deteriora. Esto tiene lógica, ya que el representante más inmediato del poder gubernamental en el terreno son los policías y, por lo tanto, éstos están contagiados de la imagen negativa generada por otros funcionarios del gobierno al que pertenece. Tampoco ayuda cuando jefes policiales son sorprendidos en mentiras asociadas con su deseo de complacer a un gobierno percibido como corrupto, como recientemente le pasó a Howard Cotto, director de la Policía. El Diario de Hoy mostró evidencias que desmintieron las declaraciones de Cotto en las que aseguró que no se habían reportado homicidios en municipios intervenidos por el Plan El Salvador Seguro.

Los salvadoreños están convencidos que la corrupción es un problema grave en el país, como lo sugieren estudios de opinión que revelan que aproximadamente el 90% quiere que se instale una entidad similar a la CICIG en El Salvador. El oficialismo continúa defendiendo personajes vinculados a hechos de corrupción y siendo sorprendido en mentiras que buscan esconder y financiar la corrupción. Aunque exista un cambio de discurso, los actuales funcionarios y dirigentes están demasiado desgastados como para que éste sea creíble. Bajo estas condiciones, el CNSCC difícilmente logrará obtener la confianza necesaria para ejecutar iniciativas que requieran de una amplia participación ciudadana. 
 
*Criminólogo.
@cponce_sv