Desesperación ciega por encontrar el camino

Como científica no puede dejar de decepcionarme la “Normativa de Tiendas y Cafetines Escolares” emitida por el Mined.

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Por Inés Quinteros

30 September 2017

A raíz de los estudios científicos de los fisiólogos-nutricionistas J. Arthur Harris, Francis G. Benedict y Aron H., entre otros, se determinó que cada persona humana necesita energía CADA DÍA, y que esta energía (unidad de medida: Kilocaloría) debe provenir DIARIAMENTE de: grasas en un 30 %, proteínas en 10-15 % y carbohidratos en 50-60 %, contenidos en los alimentos.

Asimismo, dentro de ese porcentaje de carbohidratos, el 5-10 % pueden ser del tipo simple, es decir, azúcar; y de igual manera es provechoso que el consumo de sodio DIARIO (producto de todo lo que se consume en 24 horas) no sobrepase los 2000 mg DURANTE EL DÍA (www.who.int/mediacentre/factsheets/fs394/es/, Alimentación sana, Nota descriptiva Nº 394, Septiembre de 2015).

Las características numerosas, variadas y diferentes de los alimentos derivan de los nutrientes que contienen, necesarios para que la persona logre la salud tan ansiada, siendo que no todos los alimentos contienen todos los nutrientes existentes, por lo que debe comerse de todos para obtenerlos.

El estado nutricional de la persona no depende de un alimento per se, sino que depende de todo lo que ella ingiere en 24 HORAS, por lo que las recomendaciones hacen referencia a la ingesta de todos los alimentos que se consumen EN UN DÍA, tal cual hacen la OMS y otros organismos.

Por lo anterior, como científica no puede dejar de decepcionarme la “Normativa de Tiendas y Cafetines Escolares” emitida por el Mined el 16/07/2017. Me parece increíble que un ministerio publico trastoque los conocimientos científicos sobre alimentación anteriormente expuestos y quieran “ordenar” que sean los alimentos los que contengan grasa en 30 %, 5 % a 10 % de carbohidratos simples y 1 miligramo o menos de sodio por kilocaloría, lo cual es prácticamente imposible.

Quiero pensar que esta política sin base científica es producto de un sentimiento de desesperación ciega por encontrar el camino a que las personas coman sanamente y se enfermen menos. No me gustaría pensar que se debe a presiones hacia funcionarios públicos de parte de sus superiores, debido a que estos últimos quieren encontrar una solución mágica inmediata a un problema de política pública, que requiere de una solución compleja y completa y cuyos efectos se verán solo a largo plazo… si se hace lo que se debe hacer…

Aun no se han llevado a cabo las acciones que transmitan información pertinente y adecuada a las personas de tal forma que la asimilen y sus conductas sean dictadas por esa información. Esto es EDUCACIÓN, y todavía no se ha dado. En cambio, prefieren echarles la culpa a otros, en estos momentos, a los alimentos. Como si los alimentos obligaran a las personas a ser comidos y no lo contrario, que es lo que realmente sucede.

No hay alimentos buenos ni alimentos malos. No hay alimentos que engordan ni alimentos que adelgazan. Lo que hay son alimentos y personas que los comen. La salud de la persona humana depende de la cantidad, frecuencia y variedad de alimentos que ella consume. Y la salud humana depende de la persona misma. Esta cantidad, frecuencia y variedad van a depender en mucho de sus decisiones, decisiones que van a estar motivadas por la información que haya asimilado de forma tal que dicha información rija su manera de comportarse hacia los alimentos.

* Médica nutrióloga.

Colaboradora de El Diario de Hoy.