El futuro en tiempos electorales

En esta época electoral, por favor, tratemos de olvidarnos de la novela política de la semana. En vez de meterle más gasolina a las estúpidas controversias polítiqueras que tanto abundan, empecemos a hacerles preguntas serias a los políticos.

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Por Mirna Navarrete

28 September 2017

Nos encontramos nuevamente en épocas de campañas electorales, y con elecciones en 2018 y 2019, estamos seguros de mantenernos entretenidos con el reality-show que los políticos montan para capturar los titulares de prensa y nuestra atención. Lastimosamente, en la era de Trump y de la controversia como estrategia electoral, la política se ha convertido en poco mas que teatro, y los ciudadanos en espectadores pasivos y pseudo-críticos televisivos.

Peor aún, nuestro debate político ha quedado atascado en las controversias ideológicas de los siglos 19 y 20. Se debate únicamente quién debería ostentar el poder y tener el “derecho” a utilizar (y despilfarrar) a su antojo los recursos de la ciudadanía. Poco escuchamos realmente de nuestros políticos sobre lo que nuestra sociedad necesita urgentemente para tener la oportunidad de progresar hacia el futuro.

Debemos dejar de prestarle atención al humo de las novelas políticas de la semana y tener una discusión real sobre lo que nuestro país necesita hacer para construir un mejor futuro para sus ciudadanos. Necesitamos volver a discutir y empezar a entender qué es aquello que puede hacer que una sociedad prospere.

Dejando de lado las fantasías ideológicas de los panfletos políticos de siglos pasados, debemos entender que el crecimiento y éxito de una sociedad ha dependido en primer instancia de la forma en que sus instituciones sociales han producido, registrado, procesado, transmitido y utilizado información con el propósito de asignar los recursos que produce. El lenguaje, la escritura, las matemáticas, la imprenta, el internet, etc., todas son tecnologías de la información que nos han permitido procesar datos y asignar recursos de formas más efectivas y eficientes, y que han promovido de esta forma el crecimiento de la civilización.

El capitalismo no le ganó la batalla al comunismo por algún imperativo moral, alguna ley natural, o por ser un sistema más justo. No. El capitalismo le ganó la batalla al comunismo porque, siendo un sistema de procesamiento de datos descentralizado, la información y el análisis de datos para la asignación de recursos fluye a través de las instituciones sociales de forma más rápida y eficiente que a través del sistema de procesamiento de datos centralizado que ofrece el comunismo. Los sistemas capitalistas fueron capaces de aprovechar mas efectivamente las tecnologías de la información de su contexto histórico para promover un mayor crecimiento económico. Punto.

Hoy somos espectadores de una revolución en las tecnologías de la información. La inteligencia artificial, los algoritmos de aprendizaje automático, el crecimiento exponencial en las capacidades de almacenamiento y procesamiento de datos, la tecnología nano, etc., impulsarán una tremenda ola de crecimiento económico y de prosperidad, pero únicamente para aquellas sociedades que se preparen y eduquen lo suficiente para aprovecharlas. La brecha entre naciones ricas y pobres, y entre las capas sociales, inevitablemente se ampliará.

Aquellas naciones que se preparen prosperarán. Aquellas que rehúsen hacerlo quedarán olvidadas por la historia y el progreso.

Debemos tornar nuestra vista al futuro. Hacernos las preguntas que nos preparen para beneficiarnos como sociedad de estas revolucionarias tecnologías de la información que están transformando los fundamentos de nuestra civilización. La sociedad, la economía y la política cambiarán profundamente ante estas tecnologías. Más aún, la misma esencia de la experiencia humana se verá transformada. Si no nos preparamos para estos cambios nuestra sociedad, y nuestra gente, se verá relegada a la pobreza e inconsecuencia. La brecha entre nosotros y la prosperidad se profundizará a tal punto de perder por completo la esperanza de alcanzar un mejor futuro.

En esta época electoral, por favor, tratemos de olvidarnos de la novela política de la semana. En vez de meterle más gasolina a las estúpidas controversias politiqueras que tanto abundan, empecemos a hacerles preguntas serias a los políticos. ¿Qué propuestas concretas tienen para preparar y capacitar a los salvadoreños en el uso de las nuevas tecnologías de la información que les permitan conectarse a este nuevo mercado global digital? ¿Qué herramientas se les ofrecerán a los salvadoreños para que puedan ser competitivos ante un mundo que evoluciona de forma tan acelerada? ¿Qué facilidades se les ofrecerá a los salvadoreños para que puedan innovar y emprender, y así construir las industrias del futuro?

Si un político no puede responder estas preguntas con propuestas claras y planes realistas (y sin recurrir a slogans panfleteros), por favor, no les demos nuestro voto.

* Colaborador de El Diario de Hoy

@RodrigoMolinaR