El mundo de la literatura está conmocionado. La Academia Sueca decidió otorgar este año el premio Nobel, uno de los más prestigiosos del mundo, no a un escritor propiamente dicho, sino a un cantante y compositor estadounidense del género pop: Robert Allen Zimmerman, conocido nada más como Bob Dylan.
Algunos escritores pero sobre todos los críticos, esos expertos en la teoría del equilibrio, pero que jamás han andando en bicicleta, están muy molestos. Un cantante ruso alega que Dylan no merece el premio, porque su influencia se limita nada más a los Estados Unidos y no a Rusia, ni a China, por ejemplo. Eso no es cierto.
La influencia cultural de Bob Dylan, de una o de otra manera, es universal. Es probable que alguien que jamás haya oído mencionar a Bob Dylan, en estos días, le guste cierta manera de expresión musical o literaria, muy de la actualidad, pero a la vez muy influenciada por el autor de “Like a Rolling stone”.
Un niño de, digamos 8 años, no ha oído hablar nunca de William Shakespeare, y mucho menos ha leído Hamlet, pero ya ha visto por la televisión o Netflix innumerables versiones del Rey León, que no es otra cosa que la obra del gran dramaturgo inglés, contada en clave de caricaturas.
La dimensión mundial, debido a muchos factores, de la cultura estadounidense es innegable. Hasta los más acérrimos enemigos de “el imperialismo yanqui” o bien adoran la Coca Cola, o son “fans” del cine de Hollywood, o de poetas como Allen Ginsberg o de la pintura de Pollock, o de los Toros de Chicago, o simplemente son adictos de McDonald’s. Todo lo mencionado son parte de la iconografía cultural estadounidense.
Resentimientos aparte, me parece que la poesía suele cobrar también alturas insospechadas en su expresión musical. No es nada nuevo. Ya en la antigüedad, Homero, escribió la Ilíada y la Odisea para ser cantadas. Por cierto, ambas obras constituyen pilares fundamentales de nuestra cultura occidental, hasta nuestros días. Nadie negaría el Nobel a Homero, solo por el hecho que ambas obras eran solo “canciones” o rapsodias.
La poesía es un arte mayor. Hay versos de grandes poetas, que calan profundo en el alma y que vueltos a leer o escuchar, vuelven a erizarnos la piel. Dylan es un admirador de Federico García Lorca. Se nota en sus canciones. Quien haya leído la obra de García Lorca encontrará ecos del poemario “Poeta en Nueva York”, en algunas de la canciones de Dylan.
Por ejemplo, el poema titulado por Lorca, New York, tiene unos versos que dicen “Debajo de las multiplicaciones hay una gota de sangre de pato. Debajo de las divisiones hay una gota de sangre de marineros. Debajo de las sumas; un río de sangre tierna. Un río que viene cantando por los dormitorios de los arrabales...”.
Y la famosa canción de Bob Dylan Una Fuerte Lluvia Va a Caer, dice “Vi una rama negra goteando sangre todavía fresca, vi una habitación llena de hombres cuyos martillos sangraban... vi pistolas y espadas en manos de niños y es muy fuerte la lluvia que va a caer”. Pero uno encuentra en las letras de las canciones de Bob Dylan, también los ecos de Allen Ginsberg aquel que escribió en su poema Aullido, este verso: “Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura”.
Y Bob Dylan canta, guitarra y dulzaina: “Vi lobos salvajes alrededor de un recién nacido...”. No cabe duda que hay una gran influencia de los poetas de la llamada generación Beat en sus letras. Y el mismo Dylan señala como influyeron en su música Los Beatles y los Rolling Stones. Y es que también eran los sesentas, un período que marcó más que una época de cambios, un cambio de época. Una ruptura en casi todos los órdenes de la vida.
Sin embargo, el mérito de Bob Dylan va más allá por su capacidad de reinventarse y mantenerse vigente como ícono cultural durante más de cinco décadas. Esta vez, tras la noticia del Nobel de Literatura, la gente no llenará las librerías, sino las tiendas de música y por supuesto YouTube. Recomiendo tres canciones: “Lay, Lady Lay” “A Hard Rain’s a- Gonna Fall” y “Girl From The North Country”.
*Columnista de El Diario de Hoy.
Bob Dylan: el eterno
Esta vez, tras la noticia del Nobel de Literatura, la gente no llenará las librerías, sino las tiendas de música y por supuesto YouTube.
14 October 2016