Importancia del “Codex Sinaiticus”

Es importante, sin lugar a dudas leer la Biblia, comprenderla y ponerla en práctica. Pero es también importante conocer sobre el “Libro del Sinaí”.

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Por Elizabeth Castro

16 September 2017

El término del latín “Codex Sinaiticus” bien podría ser traducido como el “Libro del Sinaí” y es de hecho uno de los libros más importantes y a la vez menos conocidos en la actualidad. Este Codex es un manuscrito de la Biblia cristiana escrito alrededor del siglo IV de nuestra era y contiene una de las copias más completas y antiguas del Nuevo Testamento escritas en griego y además una copia del Antiguo Testamento en la versión griega conocida como Septuaginta, que es la versión en griego adoptada por los judíos de esa época.

Fue a final de 1844 cuando el alemán Konstantin von Tischendorf encontró en el Monasterio de Santa Catalina, en el monte Sinaí, Egipto, la obra que llegó a ser el descubrimiento de ese siglo y ha sido de gran utilidad para los estudiosos de la Biblia, pues ha permitido la comprensión de la literatura sacro-histórica contenida en ella.

Se considera que es de una época en donde comenzaba la transición en la escritura de rollos de pergamino a bloques de códice de manuscrito en piel de animales, como es el estilo de libro actual.

Además estaba escrito a cuatro columnas por página con ausencia de letras mayúsculas iniciales, puntuación y sin elementos de decoración que la adornen. Se estima que solamente otro documento similar a este, el “Codex Vaticanus” que también es del siglo IV de nuestra era y que contiene un mayor número de páginas, muestra análoga importancia en el estudio histórico de la Biblia, pero no se encuentra disponible para el público en general.

Desde el año 2002 se instituyó un ambicioso proyecto para traducir y poner a disposición del público en general la digitalización de dicho libro. En la actualidad se ha establecido el Proyecto del Codex Sinaiticus por la Biblioteca Británica en Inglaterra, Biblioteca Nacional en Rusia, Universidad de Leipzig en Alemania, Monasterio Santa Catalina en Monte Sinaí y Biblioteca del Congreso en Estados Unidos con la finalidad de obtener mayor información sobre el preciado documento y hacerlo del conocimiento del público en general.

Brevemente algunos de los hallazgos son: 1) Los evangelios no son necesariamente libros de historia como nosotros los conocemos actualmente, pero sí son textos históricos que narran los hechos tal como sucedieron. 2) El “Codex Sinaiticus” es más antiguo que los textos de obras clásicas como La Ilíada de Homero (siglo XI), las obras Diálogos de la juventud de Platón (siglo IX) y los manuscritos de Horacio (siglo VIII), lo que le da validez histórica; de manera que si creemos en estos escritores clásicos debe haber un compromiso de reconocimiento con el contenido del Libro del Sinaí. 3) La información sobre los denominados “libros apócrifos” es en favor de su existencia histórica, con la importancia que esto implica.

En septiembre, cuando se celebra el Mes de la Biblia, es importante, sin lugar a dudas leer la Biblia, comprenderla y ponerla en práctica. Pero es también importante conocer sobre el “Libro del Sinaí”, la versión más antigua que disponemos en la actualidad de este libro que los cristianos consideramos sagrado. Esto para lograr una mejor comprensión del manuscrito y de los textos que han sido leídos, copiados y usados en la conformación de la Biblia tal como la conocemos actualmente.

*Médico

y colaborador de El Diario de Hoy.