Nacionalización de 200,000 nicaragüenses se presta para un posible fraude

Salvadoreños, esto se presta para un posible fraude que significará perpetuarse e imponernos mezquinos cambios culturales como la “ideología de género”, que no es más que la cruda dialéctica marxista —ahora con ese nuevo nombre.

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Por Elizabeth Castro

09 September 2017

El gobierno del FMLN anunció recientemente que nacionalizará a 200,000 nicaragüenses, coincidiendo esto con las próximas elecciones de 2018 y de 2019. Esto mismo hizo Maduro (“Faro de Luz” efemelenista) con cubanos, bolivianos, ecuatorianos, argentinos y guerrilleros de las FARC.

Este bien fraguado plan del FMLN es insulto a la inteligencia salvadoreña, pues ¿cómo creer que repentinamente 200,000 nicaragüenses, de un solo plumazo y exactamente al mismo tiempo, decidieron volverse salvadoreños buscando ciudadanía en un país gobernado catastróficamente, literalmente en quiebra, donde no hay empleo, que tiene al pueblo en la miseria, sin medicinas, que proyecta robarle las pensiones a los trabajadores? Esto último porque no tiene fondos para sus campañas electorales a la puerta.

Salvadoreños, esto se prestaría para un posible fraude que significará perpetuarse e imponernos mezquinos cambios culturales como la “ideología de género”, que no es más que la cruda dialéctica marxista —ahora con ese nuevo nombre— plasmada en “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado” y “Manifiesto comunista” (Marx Engels); que endosa los problemas sociales a la institución de la familia para destruirla bajo la visión de luchas entre oprimidos y opresores. Esta ideología que el FMLN pretende, sostiene que la familia es una expresión más del hecho donde los padres explotan a sus hijos, el padre a la madre, el hombre a la mujer y así sucesivamente. El aborto y el matrimonio gay parten de esa “ideología de género” y están diseñados para terminar de descomponer a la familia, que es el único fundamento progresista de toda sociedad.

Por tanto, para consolidar el marxismo, éste exige la desaparición de la familia: las mujeres y demás oprimidos deben combatir contra sus opresores, los hombres. Esto es, aplicada a la familia, la base que da cimiento a su propia idea de lucha entre “explotados y explotadores”.

Para Engels, en la familia constituida por un esposo y una esposa, “la dicha y desarrollo de unos se confirma a expensas de la desdicha y represión de otros”. Engels ataca con beneplácito a la familia constituida por hombre y mujer, sosteniendo que esta es “una forma de esclavismo de un sexo —femenino— por el otro —masculino”.

Para el marxismo, una familia en la cual el hombre se ha unido a una mujer es teóricamente un fenómeno donde se da la lucha entre “opresor y oprimido”: por esto, la exigencia del aborto tiene su raíz en la idea de la libertad femenina a partir del concepto marxista: “La responsabilidad de la madre ante sus hijos es una ‘esclavitud’ PROPIA DE LA SOCIEDAD PATRIARCAL”.

En consecuencia, el marxismo concluye que la familia es una entidad nociva para sus fines marxistas y debe ser destruida.

Partiendo de estos absurdos, y del negocio billonario que las clínicas abortistas significarían para el FMLN, éste combate astutamente a la familia usando jóvenes que por sentirse excluidos a causa de personales intereses, están cayendo en su línea, convirtiéndose en activistas efemelenistas-marxistas, aún siendo de derecha. “Aborto”, “Matrimonio Gay” e “Ideología de Género” son corrientes materialistas y antagónicas a los trascendentales valores que el raciocinio por milenios ha forjado dando fundamento histórico a la familia. Lo más preocupante del creciente apogeo de estas ideologías no es que se utilicen como instrumento de poder por algunos políticos, sino el daño que este eje del mal está haciendo en nuestra juventud y familia.

Ante esta diabólica doctrina marxista que pretenden implantar, el FMLN, más políticos traidores y tontos-útiles de derecha allegados, debemos rechazar la nacionalización de los 200,000 nicas enviados por Ortega y que en esa condiciones podrían votar.

Todo ciudadano patriótico anticomunista debe negar su voto al destructor FMLN.

*Columnista

de El Diario de Hoy