El gobierno de Santos está ejecutando un plan para convertir a las FARC en “partido político”, haciendo de lado el historial de la banda y lo que engendró en sus cincuenta años de existencia.
Hace unos años, el entonces presidente Álvaro Uribe incluso llegó a comparar a las FARC con el temido narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, diciendo que “por un lado buscaba hacer política y por el otro estaba asesinado colombianos y explotando carros bomba”.
Se ha denunciado hartamente que las FARC están vinculadas al narcotráfico en América, Europa y grandes regiones del mundo y que la cocaína que llega a San Francisco, en California; a Madrid, a Varsovia y a Nueva Delhi ha sido producida y traficada por ese y otros grupos a través de Venezuela o por rutas que cruzan Centro-América y el Caribe hasta llegar a Estados Unidos.
La historia del “Chapo” Guzmán, de sus escondites, de su debilidad por la luz pública (lo que acabó aniquilándolo) es una de las múltiples caras del infernal comercio en la región.
En México, las luchas entre las bandas de traficantes no conoce piedad ni vergüenza, lo que los lleva a hacer públicas las ejecuciones de contrarios, a los que meten en fosas clandestinas, una de las cuales fue descubierta por la policía mexicana recientemente.
Como en muchos países, los traficantes mexicanos compran jueces, jefes de policía, funcionarios, periodistas... y los que en alguna manera rehúsan corren riesgo de ser muertos o son asesinados, como el caso de varios periodistas en el norte del país que denunciaron movimientos de los narcos y que pagaron con su vida hacerlo.
En Estados Unidos las guerras entre los traficantes también llevan a balaceras abiertas, en plena calle, con muertos. Hay barriadas en Los Ángeles donde casi cada noche se oyen balazos y con frecuencia los amaneceres traen cadáveres.
Y eso en parte produce guerras y muertos entre las pandillas que se disputan territorios.
Las barriadas de las grandes ciudades en Estados Unidos son con frecuencia el campo de batalla de mafias rivales, con las terribles consecuencias humanas y sociales que eso trae consigo.
De una visión malvada del problema
van a derivarse males para Colombia
En El Salvador, la droga ha tocado a políticos, algunos ahora purgando penas en Estados Unidos, otros que han sido despojados de sus mal habidos bienes. Y en casi todos los casos, su ostentoso modo de vida fue la pista que condujo a ponerlos al descubierto y procesarlos.
Y políticos en varias partes de Centro-América, al punto que la exvicepresidenta de Guatemala, la Baldetti, será extraditada a Estados Unidos para responder por asociación delictuosa y conspiración para el tráfico de drogas.
Con los antecedentes de acumulación de cuentas y bienes multimillonarios a partir del narcotráfico, nada bueno se puede esperar de los arreglos con las FARC y el ELN (el otro grupo guerrillero vinculado al narcotráfico que también está en una negociación con el gobierno), surgidos a partir de acuerdos nacidos de una visión miope o malvada de la realidad y especialmente del futuro para el país y la región.