“Look Right”

Y como el afán de continuismo, hay muchos otros temas que ambos bandos del espectro político practican y debilitan al Estado de Derecho, como el uso de aritmética legislativa para asegurarse instituciones contraloras favorables.

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25 October 2016

Los británicos son muy considerados. Pese a que en el mundo hay 78 países o territorios donde se maneja en el lado izquierdo de la calle, el turista promedio que los visita está acostumbrado a conducir a la derecha.

Y cuando este visitante quiere cruzar una calle de doble sentido, por costumbre mira al lado izquierdo, pues es por ahí donde tradicionalmente vienen los carros o cualquier otro medio de transporte que pueda afectarle. En vista de que en el Reino Unido es al revés, las calles de Londres tienen unos curiosos pero útiles recordatorios de esto: Al llegar a una intersección, donde el peatón debe cruzar, unas llamativas letras en el pavimento le advierten que debe ver a la derecha. Dicen: “Look Right”.

Así le recuerdan a la persona que ahí la amenaza puede provenir del otro lado. Algo parecido deberíamos hacer en América Latina... Desde que se consolidó esta nueva ola de populismo en la región -la cual parece conducirse a un irremediable fracaso por su forma abusiva y desbocada de gobernar-, hemos caído en la errónea tentación de creer que las amenazas a la democracia y la prosperidad de los países provienen exclusivamente de quienes se identifican con la izquierda. Le asignamos a la izquierda la viñeta de “peligrosa, amenazante, dañina” y, por simplismo, asumimos que lo deseable es su contraparte: la derecha política.

La corrupción, el irrespeto a los derechos humanos, el descalabro macroeconómico, los presos políticos, el arreglo de elecciones y la profunda escasez son la banda sonora de estos gobiernos que, en menos de dos décadas, han drenado importantes recursos de países otrora prósperos y promisorios mientras ellos se enriquecen a ritmos que darían envidia a grandes magnates. Esta supuesta izquierda, que ha secuestrado las consignas y los simbolismos populares, se ha convertido en el temor de los defensores de la democracia en la región.  Tristemente, mientras estos se roban cámaras con sus grandilocuentes idioteces, sus amenazas a la prensa y sus eternas cadenas televisivas y radiales, del otro lado del espectro político también hay graves y sistemáticas amenazas a la prosperidad y la libertad del continente.

“Look Right”, dirían con sensatez los londinenses. En las derechas también hay quienes ansían hacerse con el poder -como lo hicieron hace varias décadas- y tratarlo como un patrimonio personal. Piense en la alternancia en el poder. Tanto se ha criticado al régimen venezolano y más recientemente al nicaragüense Daniel Ortega por intentar doblar las reglas y perpetuarse en el poder, que se nos olvida que el icono de la derecha colombianas, Álvaro Uribe, intentó en 2010 buscar una segunda reelección y fue detenido por la Corte de Constitucional de su país. O que, más recientemente, se le ha abierto la puerta al hondureño Juan Orlando Hernández a buscar su reelección, proceso por el cual hace años el ejército depuso a fuerza y trompicones al populista Manuel Zelaya, lo cual fue celebrado por la derecha (misma que hoy no se opone a tal oportunidad). ¡Qué conveniente criticar los abusos cuando pasan lejos y callarlos cuando están cerquita! Y como el afán de continuismo, hay muchos otros temas que ambos bandos practican y debilitan al Estado de Derecho: uso de aritmética legislativa para asegurarse instituciones contraloras favorables, actitudes poco abiertas a la prensa independiente y crítica, persecución de activistas de derechos humanos, mal manejo de los fondos públicos, clientelismo o amiguismo. Tales amenazas son inherentes al ejercicio de la política y sus incentivos. El rol de la ciudadanía y la prensa no es ver en el lado que no está temporalmente abusando a un salvador, sino entender la naturaleza del poder y cuestionar a todo aquel que pretenda ejercerlo. O sea, look left, right, up and down. De todos lados hay amenazas, pero también en todos lados hay valientes defensores de las libertades. Quitémonos el maniqueísmo y el pensamiento “guerra-friísta” que en los opuestos mira enemigos. Hagamos las alianzas correctas y probemos lo que parece obvio: todos los intentos de dictadorcillo son iguales, pero con disfraz diferente.
    

*Columnista de El Diario de Hoy.
@docAvelar en Twitter