Tres millones de dólares del presupuesto de Casa Presidencial es uno de los recortes anunciados por el gobierno, que de nuevo, como parece estar escrito en las estrellas, se encamina a otro impago aunque, como señaló el economista Manuel Enrique Hinds, dinero hay, pero lo usan principalmente para lo suyo.
Y eso de “lo suyo” son los grandes salarios que se asignan ellos mismos (aunque hay quienes se quejan de que no les alcanzan cinco mil dólares para vivir “dignamente”) y, una de las graves causas, los cuarenta mil empleos “creados” por el régimen de Funes de la noche a la mañana, según se ha denunciado, para activistas, parentelas y amigatelas que sólo saben cobrar.
Ya que van a poner a trabajar a mil quinientos reos, bien puede considerarse que se unan a esas labores estos cuarenta mil destinados a marchas y griteríos callejeros.
Debido a la ineficiencia para manejar gastos y ceñirse a presupuestos, la economía ha ido de tumbo en tumbo para abajo, lo que se refleja en todos los órdenes del quehacer nacional: menor actividad económica, menor empleo, menor inversión, empeoramiento de los servicios públicos, menos obra gubernamental, menos competitividad de cara al resto de Centro-América.
Y para colmar el vaso, el gobierno reparte dinero por centenares de miles a organismos que escoge a dedo, pero que poco aportan al bienestar del país.
Con ese dinero que se tira al aire pueden cubrirse muchas necesidades, comenzando por socorrer a las familias de policías asesinados que quedan en el desamparo por el desinterés oficialista.
Si gastan como marineros borrachos, ¿cómo esperan que el dinero les alcance?
¿Quién vigila a los vigilantes?
La gente a través de medios libres
Los comerciantes de pueblo y barrio tenían que estar alertas para impedir que el adolescente se acercara a la caja registradora para sacar un puñado de billetes, sin tener noción de cortes de caja, gastos que son ineludibles, compras para mantener la tienda y dinero para pagar a los empleados.
El país tiene que apretarse el cincho a causa de los desaciertos del partido oficial, de la misma forma que Guatemala sufre las consecuencias de la elección de un comediante como presidente.
Pero al menos en Guatemala la Corte despojó del fuero al gobernante, que tiene ahora que responder a los presuntos cargos de corrupción que la CICIG le ha formulado y que podrían dar pie a que lo destituyan y corra igual suerte que Pérez Molina y Baldetti, aunque las irregularidades atribuidas a Jimmy son de una cuantía muy inferior, lo que a su vez queda muy por debajo de la acusación que se hace al expresidente de Panamá, Martinelli, a quien los fiscales estadounidenses acusan de haberse embolsado alrededor de dos billones de dólares.
La corrupción es una plaga mundial pero hay países más vulnerables que otros, generalmente los del Segundo, Tercer y el Quinto Mundos, hacia donde nos dirigimos los salvadoreños si los camaradas siguen como van.
Hay que establecer sistemas que vigilen, pero como se preguntaba el poeta romano Juvenal, ¿quién vigila a los vigilantes?
La respuesta es: los órganos de información libres son la más efectiva vigilancia pues ellos recogen las denuncias públicas, motivo por el cual los corruptos siempre buscan censurarlos.