Amenazas, sustentación de casos y pronósticos

El fallo judicial en el caso de “la tregua” definitivamente no es lo que los salvadoreños esperábamos. Basta con leer los mensajes en las redes sociales para advertir que la opinión del ciudadano común y corriente sobre el Fiscal y la Fiscalía ha cambiado.

descripción de la imagen

Por Mirna Navarrete

05 September 2017

Recientemente ha trascendido información relacionada a la Fiscalía General de la República que genera preocupación. El discurso del actual Fiscal General, Douglas Meléndez, llenó de esperanza a muchos salvadoreños. El funcionario logró marcar una diferencia con el típico burócrata salvadoreño, alejándose de las posiciones parcializadas, influenciadas por vínculos partidarios. Los ciudadanos identificamos un contraste entre sus posturas técnicas en temas críticos y la de funcionarios evidentemente leales a consignas políticas. Esta discrepancia la recibimos como un oasis en medio del desierto. Sin embargo, este optimismo ahora se ve amenazado.

El fallo judicial en el caso de “la tregua” definitivamente no es lo que los salvadoreños esperábamos. Basta con leer los mensajes en las redes sociales para advertir que la opinión del ciudadano común y corriente sobre el Fiscal y la Fiscalía ha cambiado. El desencanto es evidente. Los mismos que antes lo halagaban, calificándolo de valiente y comprometido con el país, ahora lanzan duras críticas.

La verdad es que aún es temprano para cambiar tan radicalmente de opinión y dejar que el revés de la resolución erosioné nuestro entusiasmo. Es necesario esperar y leer la sentencia del juez Godofredo Salazar para determinar si existen elementos suficientes para concluir que la Fiscalía fue incapaz de sustentar su acusación o si el fallo no es congruente con la evidencia presentada (como argumenta Meléndez).

Esta prueba tiene el potencial de marcar el nivel de éxito que tendrá el Fiscal para alcanzar las expectativas que creó en la ciudadanía. El resultado nos ayudará a pronosticar cómo el Ministerio Público se desempeñará en otros casos que están judicializados y otras investigaciones que ya están en curso. Las declaraciones del fiscal Meléndez sobre “la tregua” han sido fuertes, mucho más que las que ha dado en otros casos. Si no logra acompañarlas con resultados positivos, difícilmente lo logrará en otros casos importantes sobre lo cuales no ha hablado con tanta contundencia.

En círculos de inteligencia y seguridad transitan rumores que sugieren que los casos más sonados no van bien sustentados y que, por lo tanto, es necesario recalibrar las expectativas creadas por el Fiscal.

Douglas Meléndez externó esta semana, durante una entrevista televisiva, que él y algunos jefes fiscales han sido blanco de amenazas. El nivel de gravedad de éstas es tal, según el funcionario, que la Embajada de Estados Unidos ha proporcionado carros blindados para los han sido blanco de amenazas. No es la primera vez que el Fiscal se queja de ser amenazado; a pesar de ello no ha conducido investigaciones que lleven a los culpables. Las amenazas continúan llegando, de acuerdo con sus declaraciones. Los responsables parecen sentirse cómodos haciéndolas e incrementando el tono.

Algunos aseguran que esto es una señal de debilidad, que muestra lo vulnerable que es Meléndez ante las amenazas y, por lo tanto, lo señalan como un posible motivo detrás del pobre sustento del caso de “la tregua” y los demás que despertaron la esperanza entre los salvadoreños. Indudablemente que el Fiscal salga en los medios de comunicación quejándose de amenazas, solicite apoyo a un gobierno foráneo para asegurar su resguardo y no logre identificar y acusar a los responsables, está raro, pero no necesariamente significa que esto lo lleve a sustentar mal los casos. Puede, por otro lado, ser un buen indicador del nivel de sofisticación, alcance, control e influencia de las partes interesadas en que no se avance en estos casos.

La sentencia del caso de “la tregua” es clave para dar una lectura más acertada. Los argumentos del juez, para justificar el revés a la Fiscalía. Si el documento revela un deficiente trabajo fiscal, los pronósticos para lo que sigue no serán alentadores.

 

*Criminólogo

@_carlos_ponce