La pizca de sal y la ausencia de ciencia

Señoras y señores que diseñaron esta normativa: la salud de las personas humanas no es cuestión de empirismos ni juegos. La salud es el estado de completo bienestar de la persona humana.

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Por Elizabeth Castro

02 September 2017

La ciencia es un conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables experimentalmente. A ese medio a través del cual se obtiene los conocimientos se le llama método científico.

A dicho método se le denomina “científico” porque debe basarse en la observación sistemática, en la medición, en la experimentación, en la formulación, en el análisis y en la modificación de las hipótesis.

Así es como en la actualidad, los médicos especialistas en la ciencia de la Nutrición, a través de la investigación donde se aplica el método científico, somos conocedores, de que el sodio es uno de los principales electrolitos en el cuerpo humano, pues realiza funciones esenciales para el mantenimiento de la vida. Además, que se ha determinado que el consumo de sodio, DIARIO, recomendado para las personas adultas, después de mucha investigación científica, no debe sobrepasar los 2 gramos.

Asimismo se ha conocido que la principal fuente, donde las personas toman el sodio para consumirlo, es la sal (cloruro de sodio). Siendo, por tanto, que la recomendación va más allá de hablar de sodio y alcanza a advertir que el consumo de sal no debe exceder los 5 gramos CADA DÍA.

En este punto de la argumentación es importante hacer un alto para realizar un análisis sobre la trascendencia que tiene cualquier indicación o advertencia implicada con la salud humana, ya que ellas deben ser brindadas en términos de parámetros de medición exacta, pues la exactitud implica seguridad y la seguridad es la garantía de que lo recomendado no va a perjudicar la salud y la vida de la persona que aplica el conocimiento a sí misma o a otros.

Y a partir de esta base argumentativa vamos nuevamente a revisar la “Normativa de Tiendas y Cafetines Escolares” emitida por el Ministerio de Educación y publicada en el Diario Oficial de El Salvador, número 111, de Tomo 415 ,en fecha 16 de junio de 2017, donde puntualmente en su literal b) del Artículo 10, entre la primera y segunda línea, se lee literalmente: “SI LAS FRUTAS Y VERDURAS SON ACOMPAÑADAS CON SAL, NO SE RECOMIENDA UTILIZAR MAS DE UNA PIZCA, LO QUE SE PUEDE TOMAR CON DOS DEDOS”.

Ante esta recomendación creo que debemos todos preguntarnos: ¿Qué es la pizca? ¿Cuánto contiene de sal una pizca? ¿Qué cantidad se recoge con dos dedos? ¿Cuáles dos dedos son los que deben tomar la sal? ¿Serán dedos de mujer o de hombre? Por el aspecto de la diferencia en el grosor de los dedos. ¿Qué método científico utilizaron aquellos que diseñaron esta normativa, para incluir como unidad de medida la pizca y dos dedos?

Señoras y señores que diseñaron esta normativa: la salud de las personas humanas no es cuestión de empirismos ni juegos. La salud es el estado de completo bienestar de la persona humana y, por lo tanto, ha sido reconocido como un derecho humano y es reconocido como derecho por la Constitución de nuestro país, por lo que cualquier normativa que se realice en torno a la salud humana debe conllevar conocimiento científico comprobado, respaldado, exacto y determinado.

Estas indeterminaciones como la pizca y los dos dedos para medir la sal son prueba fehaciente de que esta “Normativa de Tiendas y Cafetines Escolares” no conllevó el esfuerzo y el interés pertinentes para ser emitida y que fue elaborada por personas sin los conocimientos científicos necesarios para ello, poniendo en riesgo la salud de la niñez salvadoreña.

Y resulta doblemente comprometedor el hecho de que la normativa fuese emitida por el Ministerio de Educación, quien es la entidad estatal a cuyo cargo se encomienda el proceso formativo de todos aquellos que buscan a través del aprendizaje el dominio de un conocimiento y quien además (el Ministerio de Educación), cuenta con un área (Viceministerio) especializada de ciencia y tecnología.

¿Por qué no se consultó a otros sectores, como la academia, siendo que existen decenas de universidades autorizadas en el país, varias de ellas con facultades de medicina, escuelas de nutrición, de ingeniería en alimentos, etc.? Seguramente hubiesen podido aportar no solo los conocimientos, sino el rigor científico para la determinación de parámetros que no pongan en riesgo la salud de la niñez salvadoreña y evitar el terrible binomio de “LA PIZCA DE SAL Y LA AUSENCIA DE CIENCIA”, que en la mencionada normativa se ha generado.

Y me pregunto: ¿dónde está OSARTEC?, ¿qué papel jugó en la elaboración de esta normativa? Y es que OSARTEC es un organismo de gobierno, que por mandato de ley (Ley de Creación del Sistema Salvadoreño para la Calidad) está obligado a desarrollar todo tipo de normativas con carácter técnico, como sin duda lo es ésta. Pero al parecer en esta ocasión, brilló por su ausencia. Por lo anterior vuelvo nuevamente a pedir, que se lleve a cabo una reforma a dicha normativa donde estén involucrados los actores que cuenten con las acreditaciones científicas pertinentes y necesarias.

1. RAE

2. Oxford English Dictionary.

3. OMS. Nota descriptiva No. 394, “Alimentación sana. La sal, el sodio y el potasio”, septiembre de 2015, OMS http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs394/es/.

4. La recomendación dada por los Servicios Nacionales de Salud (National Health Service) de Gran Bretaña es de 2.4 gramos cada día.

5. Osartec: Organismo Salvadoreño de Regulación Técnica.

6 .Ley de Creación del Sistema Salvadoreño para la Calidad, publicada en el Diario Oficial, N° 158, Tomo N° 392, del 26 de agosto de 2011 y en vigencia a partir del 4 de septiembre de 2011.

*Mirella Shoenenberg de Wollants

Colaboradora

de El Diario de Hoy.