Aunque ya nos acostumbramos a protestas callejeras de todo tipo y color, pero recientemente estamos presenciando unas protestas diferentes. Mientras el Presidente y sus voceros aseguran ir en el rumbo correcto hacia el paraíso del buen vivir, estas protestas inéditas surgen de instituciones públicas dirigidas por el FMLN.
Ya no vemos marchas de maestros, apoyando a un Gobierno que dignificaría el magisterio. Cuando el Profesor asumió el doble cargo de Vicepresidente y Ministro de Educación, el gremio esperó la realización de todos sus sueños. Pero pasaron los cinco años, y la situación de los maestros siguió igual, sin siquiera cumplirse con los aumentos salariales pactados en la ley, ni invertir nada en mejorar las escuelas.
Y como parece que el Profesor-Presidente tampoco piensa cumplirles, siguen los maestros en las calles, exigiendo además los recursos que debieron recibir para iniciar el trabajo del año escolar. Se unen las justas exigencias de los proveedores de calzado, uniformes y paquetes escolares, a quienes tampoco se les ha pagado. El actual ministro les amenaza con descontarles si cierran las escuelas, cuando muchos no han recibido sueldo. ¿Pretenderá que sigan comprando de su bolsa papel, tiza, plumones para trabajar en mínimas condiciones? Porque dinero, no hay.
Los empleados del MINSAL se amotinan ante la negativa de las autoridades a cumplir con el escalafón, calificando de absurdas e imposibles las condiciones pactadas, porque no hay dinero. También amenazan con despidos y descuentos, si llegan a cerrar las instalaciones hospitalarias como medida de presión. El Viceministro de Salud dijo a los empleados que dirijan sus protestas a la CSJ, responsables de la crisis fiscal que impide pagarles. No es por despilfarro.
En el Mintrab, los sindicalistas protestan porque la titular, no siendo abogado, sino especialista en mercadeo, desconoce las leyes, compromisos y convenios con la Organización Internacional del Trabajo, por lo que el país ha sido denunciado por incumplir compromisos.
Entre ellos, el nombramiento de representantes del sector privado ante el Consejo del Salario Mínimo, destituidos por Mauricio Funes, para nombrar personas de su confianza. Como táctica dilatoria, la Ministra ha pedido que los sindicatos le entreguen “en el plazo de 5 días” una lista con los números de documentos personales de todos los afiliados a los sindicatos integrados en el Movimiento Laboral Salvadoreño. El dirigente, Sr. Soriano asegura que la intención de la funcionaria es cambiar a los representantes del sector obrero, y colocar a miembros afines al gobierno.
A estas protestas se añaden los descontentos trabajadores de la Lotería, antes de Beneficencia, hoy en quiebra, los de Anda, la Corte de Cuentas, la PNC, quienes reciben del Ministro de Hacienda, la misma respuesta: “No hay dinero”. Aunque el Presidente acaba de anunciar solemnemente que dará una indemnización de $50 mensuales, a las víctimas del conflicto, como un gesto de solidaridad por el profundo dolor que se les causara. No dijo de dónde saldrá el dinero.
Y también es algo inédito, que funcionarios públicos se permitan atacar a otras instituciones del Estado, como la Sala de lo Constitucional, cuando sus fallos no les son propicios. Eugenio Chicas reitera la voluntad del Gobierno de seguir cumpliendo con sus compromisos, mediante una reforma al sistema de pensiones, como la única solución. ¿Qué veremos en las próximas semanas?
P. D. Circula en las redes sociales una fotografía de nuestra bandera, en Cancillería, que en la leyenda rodeando el escudo dice: “República Del Salvador” y la fecha de la Independencia “16 de septiembre”. ¿Es auténtica o es un montaje para desestabilizar al gobierno del cambio?
*Columnista
de El Diario de Hoy.