Cuestiones fútiles que tocan fibras sensibles

En Canadá, cuando terminan su tiempo, los funcionarios se van a sus casas sin ningún privilegio, en todo caso, si tienen problemas de algún tipo, los dirimen en los juzgados, desde sus casas... no hay shows de ningún tipo, me dijo un canadiense.

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10 September 2016

Por cuestiones del azar esta semana estuve en Vancouver, Canadá; por supuesto, dos temas salieron a flote en cualquier conversación que tuve no sólo con compatriotas, sino con canadienses que poco o nada saben y entienden de los vericuetos en El Salvador: uno, el partido del martes pasado entre Canadá y El Salvador, y dos, la situación política, particularmente el escandaloso asilo político en Nicaragua del expresidente Mauricio Funes.

Dos cosas me llaman la atención, y en esto coinciden los canadienses y los salvadoreños con los que conversé, por un lado, están bastante al día con los hechos sobresalientes que suceden en el país, pero, a la vez, y esta es la otra característica que parece paradójica, hay un desconocimiento casi absoluto de cómo y por qué sucede tal o cual hecho. Es más, diría que resaltan en unos y otros más preguntas que no tienen respuesta lógica alguna y lo que generan es  incertidumbre que imposibilita tener los elementos para entender lo que sucede en el país.

Me explico, y voy a comenzar con lo del fútbol. Hombres  que se vinieron en los setenta a Canadá tienen recuerdos positivos y valiosos de nuestro deporte rey; todavía recuerdan equipos y jugadores que dieron gloria nacional e internacional al país... sin embargo, no entienden por qué este fútbol como sistema organizado tendiente a ser profesional no avanza, es más, se atrasa y esto se muestra en equipos poco competitivos, sin garra, sin fundamentos como el que cayó ante Canadá el martes pasado. Mientras que los canadienses, sin mayor tradición en este deporte, no sólo muestran organización sino voluntad para desarrollarse en el tiempo como equipo profesional y competitivo, El Salvador va como el cangrejo, para atrás, en esta temporada se llevan 13 partidos sin ganar... y fuera de las eliminatorias para el mundial.
Canadá no clasificó, lo hicieron Honduras y México, pero no estamos decepcionados de nuestro equipo, hemos dado un paso más, me decía un joven que sigue con cierta pasión el equipo Vancouver Whitecaps FC, en competición en la MLS de Estados Unidos.

En cambio, en nuestro El Salvador estamos haciendo leña del árbol caído como si no sabemos las causas y los responsables directos de este nuevo descalabro  donde no sólo se cambió director técnico en medio del camino, sino que no hay un proyecto de medio y largo plazo, que nazca desde las canteras, con ligas competitivas y fuertes, que busque convertir al deporte nacional en una organización profesional, que satisfaga las expectativas de los salvadoreños.
 
Pero llama la atención más que este equipo de fútbol salvadoreño, que tuvo el peor desempeño en competiciones similares en las últimas décadas, también estuvo envuelto en supuesto amaños de partidos. No sé si hubo o no amaños, si se comprobó o no, o si habrá sanciones o no, lo que sí sé es que la gente no entiende, no comprende cómo puede pasar. Algunas noticias no tenían que ver con el encuentro futbolístico, sino por las idas y venidas sobre las acusaciones de amaños. 

Otro tema de gran discusión tiene que ver con lo del expresidente Funes, ahora exiliado en Nicaragua bajo las faldas del Presidente Daniel Ortega, aduciendo que es perseguido político de la derecha, pues, según él, “no le perdonan haber quitado los privilegios a la derecha”... vaya excusa la del expresidente del cambio... ¿por qué persiguen al expresidente?, me dice un canadiense incrédulo de lo que pasa... acá en Canadá cuando terminan su tiempo de ser funcionarios se van a sus casas sin ningún privilegio, en todo caso, si tienen problemas de algún tipo, los dirimen en los juzgados, desde sus casas... no hay shows de ningún tipo.

Y así debería ser, porque el expresidente salvadoreño no se le persigue, que yo sepa, por ninguna cuestión política sino simplemente porque se han encontrado indicios de presunto enriquecimiento ilícito, hay indicios de corrupción, y esto se ventila en un juzgado de lo civil.
Todavía más penoso que el FMLN, que llevó al poder a Funes, retiró la crítica sobre el estilo de vida ostentoso del exgobernante, además le recomendó que se quedara en Nicaragua para evitar cualquier escarmiento de encontrársele delito de corrupción.

Es difícil entender para un extranjero lo que pasa con Funes,pero la realidad es simple, la clase política, en ese caso de la izquierda del FMLN, se niega a aceptar los excesos personales, y a lo mejor institucionales, del gobierno de Funes y para evitar cualquier cosa, mejor optan por la fuga, la salida por la cocina, en este caso, el asilo político de Nicaragua... qué pena con nuestros políticos que no se dan cuenta del daño que causan a El Salvador.
 

*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
ricardo.chacon@eldiariodehoy.com