Heces en alimentos de tiendas y cafetines escolares

Nuestros legisladores emitieron una reforma incompleta, de tal suerte que se ha puesto en riesgo la salud de los escolares salvadoreños.

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Por Elizabeth Castro

19 August 2017

Se lee fuerte pero ese es mi objetivo: que sea fuerte para que llame la atención y se lea sobre este tema cuya relevancia es fundamental, pues toca la salud y la vida de la niñez salvadoreña. Y, más aún, la calidad de vida que tendrán en el futuro, pues a mayor frecuencia de enfermedades durante la infancia, más efectos deletéreos tendrán sus cuerpecitos, lo que a la larga disminuirá su potencial de aprendizaje y, por lo tanto, sus habilidades productivas serán menores, de tal manera que se mermarán sus posibilidades de tener una vida digna y autosatisfactoria.

Llamo la atención de usted, amigo lector, sobre la información que se encuentra en el “Boletín Epidemiológico Semana 27, del 9 al 15 de julio del 2017” , el cual recopila los datos reportados por 1,143 unidades notificadoras (90.4 % del total). La diarrea y gastroenteritis ocupan el segundo lugar en frecuencia de eventos de notificación. El promedio semanal de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) es de 8,215 casos, siendo que entre la semana 27 y la semana 28 hubo 13,844 diagnósticos de diarrea y gastroenteritis, que “comparando el número de casos acumulados a la semana 28 del año 2017 (230,009 casos) con el mismo período del año 2016 (187,866 casos), se evidencia un incremento de un 22 % (42,143 casos)”.

La tasa de eventos de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA), por grupo de edad, es de 17,306 casos entre los 1 a los 19 años, precisamente nuestra niñez que está expuesta a consumir en una tienda o cafetín escolar.

Luego, debe usted enterarse que una población de 17,200 estudiantes de específicos centros escolares públicos, situados en San Salvador y La Libertad, está en riesgo potencial de contraer enfermedades causadas por la bacteria Escherichia coli (E. coli), pues en sus tiendas y cafetines hay entre uno y dos ítems contaminados por dicha bacteria causante de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA), de acuerdo a los resultados del reciente estudio (2016) efectuado por la Universidad “Doctor Andrés Bello” de El Salvador.

Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), “…la diarrea es un síntoma de infecciones ocasionadas por muy diversos organismos bacterianos... la mayoría de los cuales se transmite por agua con contaminación fecal. La infección es más común cuando hay escasez de agua limpia para beber, cocinar y lavar. Las dos causas más frecuentes de diarrea moderada a grave en países de ingresos bajos son los rotavirus y Escherichia coli”.

La investigación científica de la Universidad Doctor Andrés Bello también concluye, al igual que la OMS, que “la prevalencia de E. coli en frutas, alimentos preparados listos para consumo y de bebidas es indicativo de probable contaminación fecal, atribuible principalmente a la manipulación no higiénica al momento de elaborarlos, así como a las falencias en las condiciones de conservación de los insumos utilizados en su preparación y que son recurrentes en más de la mitad de tiendas y cafetines escolares muestreados”.

Asimismo, “…escherichia coli se perfila como el principal patógeno de incidencia en alimentos como frutas y hortalizas frescas (15 %), bebidas (62 %) y alimentos preparados, listos para el consumo (51 %)…”. Entre los alimentos evaluados en esta investigación están: pupusas, tamales, tortas de pollo y de jamón, trenzas y sándwich con jamón, hamburguesa, panes con salchicha, tortas de carne, horchata, refrescos de tamarindo, arrayán, melón, jamaica; frutas como sandía y melón, entre otros.

Esta información es de suma importancia que usted la conozca, amigo lector, ya que hace poco se ha dictado la normativa que responde a la reforma del artículo 113 de la Ley General de Educación , que en su inciso segundo establece “regular y controlar la comercialización de alimentos con altos contenidos en grasa, sal y azúcar y de todos aquellos que no contribuyan a una alimentación saludable dentro de las tiendas y cafetines escolares”, olvidándose de los alimentos que, por no recibir el tratamiento, manipulación y conservación higiénicos adecuados y necesarios (las simples y mandatorias “buenas prácticas de manufactura”) pueden causar una enfermedad de tipo infecciosa como es la Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) y otras igualmente graves, durante el tiempo que dure su vida útil.

En otras palabras, nuestros legisladores emitieron una reforma incompleta, de tal suerte que se ha puesto en riesgo la salud de los escolares salvadoreños.

Esta situación nos atañe y afecta a todos los salvadoreños, adultos y menores de edad, por lo que es importante analizarla con pragmatismo y por el derecho subjetivo a la salud que nos asiste a todos como personas humanas que somos.

A todos, nuestras madres nos han dicho: “¡Cuidado! No vayas a tomar frescos ni agua de la calle”, o “no vayas a comer fruta ni ensalada en la calle, ni nada que no esté bien caliente... te podés enfermar”. Estos consejos reflejan y han reflejado parte de nuestro saber popular, desde hace muchos años, e incluso se enseñan como parte de los contenidos de las ciencias naturales en los centros escolares. Y están respaldados por el conocimiento científico de la posible presencia de microorganismos vivos patógenos en los alimentos que no han recibido un tratamiento especial, llamado en general, higiénico o de preservación. Los que elaboran alimentos de forma masiva y quieren que su producto dure más tiempo (vida útil) lo saben también; por eso aplican dichos tratamientos especiales, y a estos productos los llaman procesados.

Personalmente considero que el legislador no tuvo la asesoría científica necesaria para llevar a cabo, con más habilidad y criterio, la creación de los mencionados incisos en el artículo 113 en cuestión. A partir de mis conocimientos científicos y mi experiencia profesional, considero que les faltó adicionar la frase siguiente: “Y PROHIBIR LA COMERCIALIZACIÓN DE TODOS AQUELLOS ALIMENTOS QUE CONTENGAN MICROORGANISMOS PATÓGENOS”. Y esta adición es, con mucha humildad opino, una deuda que tiene el legislador con todos los salvadoreños y con la niñez de este país.

No podemos ni debemos, Estado y pueblo soberano, exponer a los futuros ciudadanos de esta gran nación a una vida de enfermedades infecciosas que les impida acceder a las mayores probabilidades de tener una vida digna y satisfactoria. Debemos, por tanto, todos los ciudadanos de este país, pujar por una nueva reforma a estas disposiciones jurídicas.

1. Http://www.salud.gob.sv/download/boletin-epidemiologico-semana-28-del-09-al-15-de-julio-de-2017/.

2. “Resumen de Eventos de notificación hasta SE 28/2017, Pág. 14.

3. Cita textual del boletín mencionado.

4. Martínez López, R.I., Peña Rodas, O.A. y Hernández Rauda, J.R. (2016). Análisis de inocuidad microbiológica y de composición fisicoquímica de alimentos preparados, disponibles en tiendas y cafetines escolares de centros oficiales de Educación. Resultados para la Subregión San Salvador: Universidad Doctor Andrés Bello.

5. OMS, Centro de Prensa. Enfermedades diarreicas, Nota descriptiva, mayo de 2017.

6. Acuerdo No. 15-0733 D.O. No. 111, Tomo No. 415, pág. 14-21, junio 16 del 2017.

 

*Mirella Schoenenberg de Wollants

Colaboradora de El Diario de Hoy.