Nubarrones de proteccionismo en libre comercio

La tendencia de la posguerra hacia el libre comercio creo que ha llegado a su límite, en el horizonte se aprecia que el ascenso del nacionalismo es inevitable.

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08 August 2016

El concepto que ha dominado después de la Segunda Guerra Mundial es que el libre comercio (comercio sin aranceles y regulaciones restrictivas a éste) es algo superior al proteccionismo. Los acuerdos de libre comercio han proliferado al amparo de esta concepción. La cuestión es si éstos son beneficiosos en la realidad y en la práctica.

Los argumentos a favor del libre comercio pueden ser teóricamente poderosos y atractivos, pero tiene algunos problemas. 

En una zona de libre comercio se deben producir bienes que otros necesitan; sin embargo, al no estar protegidos los mercados, los países más avanzados ofrecen productos más competitivos en precio y calidad. Los países del tercer mundo no pudieron darse el lujo de industrializarse en una etapa temprana del desarrollo global y a esta altura no pueden desarrollar industrias integradas y dependen de su base agrícola, lo que ha perpetuado el subdesarrollo y la pobreza.

Se requirieron medidas proteccionistas tempranas cuando unas naciones iniciaron la revolución industrial, de lo contrario no se hubiera realizado esa revolución. Estados Unidos aplicó medidas proteccionistas desde el siglo XIX, Alemania montó todo un esquema proteccionista en los años cincuenta. Es más, actualmente algunos sectores aducen que los acuerdos de libre comercio de tercera generación bloquean las economías con problemas para despegar y las ventajas competitivas en las economías emergentes.

El libre comercio no funciona cuando exitosas economías emergentes como China se aprovechan de sus bajos salarios y su propio proteccionismo, formal o informal. Los salarios bajos calificados como “dumping social”, a través del comercio, pueden devastar importantes sectores de las economías avanzadas, manteniendo fuera las exportaciones que podrían competir con sectores claves de la economía emergente. En otras palabras, estos países en desarrollo utilizan el libre comercio para destruir sectores claves en economías avanzadas.

Es posible que todos estos argumentos tengan alguna razón sobre los límites del libre comercio. A corto plazo este podría devastar un segmento económico particular en ciertos países. A la larga, esto podría rectificarse y la riqueza de estas naciones podría crecer o no. Realmente, la distribución de los beneficios del libre comercio plantea incluso un problema político, geopolítico.

Los defensores del libre comercio no dudan en exigir que el gobierno intervenga cuando otro país evade compromisos consolidados o para redefinir las políticas de comercio para que les beneficien. Los proteccionistas igual, cambian su postura sobre lo que debe ser protegido.

Abandonando la filosofía, cada parte se aproxima a la cuestión de libre comercio desde el punto de vista de sus intereses. Ambos utilizan corporativamente al Estado para dar forma al entorno económico y hacerlo favorable, ya que piensan que el objetivo económico es la búsqueda del dinero, la utilidad.

El equilibrio entre la visión del libre comercio y el proteccionismo ha sido un tema político importante en los Estados Unidos, desde su fundación. Pero ahora, el libre comercio debe demostrar su valía, su potencial, no basta denunciar que el mercado mundial se está moviendo hacia el proteccionismo.

Las decisiones que se tomen afectarán significativamente al mercado, Estados Unidos representa una cuarta parte de la economía mundial. Lo que decida este país tendrá efectos desproporcionados en el mundo. Por lo tanto, la tendencia de la posguerra hacia el libre comercio creo que ha llegado a su límite, en el horizonte se aprecia que el ascenso del nacionalismo es inevitable, se aproximan nubarrones de proteccionismo. 

La controversia sobre la Asociación Trans Pacífico en Estados Unidos está en los discursos de los candidatos presidenciales, y no les gusta. Donald Trump, además, parece oponerse a la mayoría de los acuerdos comerciales. Cree que hacen más daño que bien. ¿Los denunciará?
 

*Columnista de El Diario de Hoy
resmahan@hotmail.com