Beethoven y Pérez Prado se combinan en un original y muy logrado arreglo musical que puede verse en UTube. La Quinta Sinfonía de Beethoven se combina con el Mambo Número Cinco de Pérez Prado, armoniosamente integrados en un espectacular concierto sinfónico.
Hace muchos años quien esto escribe tuvo oportunidad de asistir a un concierto de Pérez Prado y su orquesta en México, un Pérez Prado que reflejaba en su rostro la amargura de la tragedia de Cuba, haber perdido para siempre un país extraordinario, próspero, de una vibrante alegría pero obviamente con sus limitaciones y sus lacras.
En el video que mencionamos al inicio la tercera estrella, al lado de los compositores y la orquesta, es el director, que literalmente baila al compás de la música.
En nuestro suelo las artes y la cultura sufren de la indiferencia, por no decir antagonismo, de funcionarios radicalizados que no ven más allá de lo que el partido oficial o las corrientes de extrema izquierda les plantean, con música de protesta o expresiones de odio desfasadas de hace un siglo. Y una de las consecuencias es que han recortado o suprimido presupuestos o subsidios a diferentes instituciones dedicadas a la difusión del arte.
Tarde o temprano esa indiferencia va a reflejarse en los niveles de comprensión de niños y jóvenes, ya que, como nos lo dijo en una ocasión el gran compositor estadounidense Aaron Coplan, oír y tocar música ayuda a la comprensión de las ciencias y las matemáticas, de todo saber que toque lo abstracto.
Pero no sólo los seres humanos son sensibles a la música, pues se dice que plantas y animales la sienten, al punto que se ha llegado a plantear que las vacas dan más leche cuando oyen música y especialmente con la música clásica, la de los grandes compositores, clásica por ser estructuras sonoras complejas.
En la música, como en todo, hay niveles de entendimiento y calidad, desde los sones elementales, las melodías fáciles de la música popular, hasta sus manifestaciones más refinadas como son, entre otros, los últimos cuartetos de cuerda que compuso Beethoven.
En la ruta hacia la comprensión de la música, del arte y de las ciencias del espíritu, hay niveles de comprensión que van desde lo elemental, como son los boleros, las baladas y las rancheras, hasta las más refinadas composiciones. Y sólo quien ha ido escalando, aprendiendo y conociendo, puede juzgar con sensatez, como sucede en las artes visuales.
Y superar lo cursi, el mal gusto, lo chocarrero es la conquista de quienes dedican estudio y tiempo al arte en cualquiera de sus manifestaciones.
Están destruyendo a martillazos
nuestras tradiciones y cultura
Los bajos niveles culturales se reflejan en los programas de estudio que se imponen, en los libros y textos mediocres que exigen a los estudiantes leer, en la poca capacidad de razonar y mucho menos de analizar con lógica los problemas del momento. A lo anterior se suma el fanatismo oficialista, que lleva a aferrarse a un esquema de medias verdades, bilis, complejos sociales y el dogma del odio que embrutece.
Hace muchos años un filipino cogió a martillazos La Piedad de Miguel Ángel, como un tal Lisco agarró a almadanazos la estatua de la Reina Isabel a la entrada del Palacio Nacional.
Destruir es muy fácil...