La agricultura frente al cambio climático

La agricultura y los sistemas alimentarios enfrentan los mayores retos de este siglo: superar la inseguridad alimentaria, hacer frente al impacto del cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

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Por Mirna Navarrete

17 July 2017

Lograr que los hallazgos científicos pasen de los centros de investigación a formar las políticas públicas es un proceso complejo, pero cuando se logra, no solo cuentan con un sólido respaldo, sino que sus resultados son contundentes. Así, abordar la agricultura de forma sostenible y adaptada al clima cada vez es más vital.

Un ejemplo de ello son las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC) que constituyen las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que los países de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) se comprometieron a lograr para cumplir el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados centígrados.

La Unión Europea afirma que, siempre que sea posible, las políticas públicas deberían basarse en los mejores datos disponibles. Sin embargo, lograr esto depende de una multiplicidad de factores que se presentan como dificultades que no se pueden subestimar. Implica inducir cambios en políticas, lo que es altamente complejo y no sigue un método lineal o racional.

Factores como intereses preexistentes, relaciones institucionales y la misma naturaleza de los procesos de toma de decisiones, son en parte las dificultades para traducir los hallazgos científicos en políticas públicas de largo aliento. Y si bien hay un creciente consenso en involucrar grupos de interés en la producción científica (conocido como investigación colaborativa), las críticas a estos procesos también son crecientes. Se aduce que estos procesos restringen las ambiciones y logros en la investigación debido a la priorización de soluciones prácticas y de corto plazo, a lo que se suma eventuales cuestionamientos a la neutralidad de los resultados y la libertad para decidir sobre los temas a investigar.

En América Latina se han presentado interesantes ejemplos de investigación orientada a políticas públicas. Las experiencias de Colombia, Uruguay, Brasil, México y Ecuador son abordados en un estudio dedicado a promover el debate acerca de cómo fortalecer los vínculos entre investigación y política. También se identifican experiencias en México, Chile y Costa Rica. De estas experiencias, se rescatan cuatro elementos claves para el éxito de las investigaciones orientadas a políticas: 1) un proceso de consultas sostenido y abierto, con todos los grupos de interés; 2) ciencia utilizable y la disposición para trascender barreras técnicas e institucionales; 3) identificación de líderes (institucionales o personales) para sacar adelante los proyectos; y, 4) flexibilidad en la disponibilidad de recursos.

Además de la ambiciosa meta de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, se destaca que el proceso de construcción de la NDC por medio de la investigación colaborativa se ofrece una oportunidad para poner al frente del proceso a los países que lideran la implementación de políticas de mitigación, lo que también es una oportunidad para formar una nueva generación de investigadores con mejores habilidades y además, tomadores de decisión con renovado compromiso con el desarrollo sostenible.

La agricultura y los sistemas alimentarios enfrentan los mayores retos de este siglo: superar la inseguridad alimentaria, hacer frente al impacto del cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Por estas razones, han surgido movimientos en torno a la agricultura sostenible adaptada al clima, centrados en tres pilares: productividad, adaptación y mitigación.

La mitigación es un reto, especialmente para los países en desarrollo, en que la seguridad alimentaria y la adaptación son las principales prioridades. En muchos países, las aplicaciones de fertilizantes están por debajo de los niveles requeridos para un aumento sostenible de la producción, por lo que es necesario aumentar la aplicación de fertilizantes. Sin embargo, esto generalmente conduce a aumentos en las emisiones de gases de efecto invernadero.

*Columnista de El Diario de Hoy.resmahan@hotmail.com