El Ministerio de Seguridad (del país más inseguro del mundo) ha presentado una propuesta de ley para que los medios de información se “autorregulen”, que se ciñan a normas de “ética profesional” que no define.
De esta forma, el partido oficial vuelve a la carga con el sueño controlar lo que se informa en el país, como se controla en Cuba y en otras dictaduras.
Los medios, como la mayoría de actividades del sector productivo, el de trabajo, siempre controlan sus actividades, siempre tratan de corregir errores, siempre buscan superarse y profesionalizarse. Y en el caso de los medios hay, además de la responsabilidad de cada organismo, la vigilancia de la opinión pública, el ojo escudriñador de lectores y audiencias tanto dentro como fuera del país.
Los aspirantes a censores del partido de gobierno nunca han preguntado a ningún órgano de difusión respetable cómo realiza sus labores y cómo cuida sus contenidos.
En una sala de redacción y partiendo del hecho de que sus miembros son profesionales de categoría --no nombrados de dedo por el iluminado a la cabeza de una dictadura-- revisar, consultar, entrevistar a afectados, cotejar en archivos, buscar testimonios, es parte esencial de su labor.
Cada nota que se publica o sale al aire va siempre depurada, pues las rectificaciones --a las que se da espacio según los parámetros éticos y legales-- son siempre un costo en imagen, en tiempo, en espacio.
Los medios más innovadores
cuidan siempre sus contenidos
En los medios siempre hay división de labores de acuerdo con especialidades: los que cubren la Legislatura, el Ejecutivo, los cuerpos de seguridad, las morgues, hospitales, alcaldías, gremiales, sindicatos...
Tal es el grado de profesionalismo que, en el caso de este Diario, fuimos pioneros en la innovación tecnológica, de contenidos, de calidad, lo que a su vez pasó por crear un diario de circulación nacional y lectura popular.
Antes de aparecer EL DIARIO DE HOY en la región únicamente circulaban unos pocos cientos de ejemplares de diarios vespertinos, de tamaño sábana; ahora prácticamente todos son matutinos y tamaño tabloide, todos tienen páginas editoriales, todos imprimen a color...
¿Qué lecciones pretenden dar a los medios de probado profesionalismo?
Como ya lo dijimos, modelos para lo que pretende hay, uno de ellos el museo del genocidio de la KGB en la capital de Lituania, donde los que osaban opinar e informar al margen del brutal régimen eran encarcelados, torturados y con frecuencia asesinados.
La Constitución garantiza la libre emisión del pensamiento y fija limitantes que no definen comisarios políticos ni hablan de autorregulación, pues en las sociedades libres cada persona actúa según sus intereses mientras no afecte derechos ajenos o viole la ley.
La libertad constitucional es el derecho esencial que faculta presentar, analizar y discutir ideas, abrir caminos al futuro, ser parte de la esplendorosa civilización occidental, no eslabón de despotismos que se fundamentan en dogmas rígidos, en grupos de fanáticos.