Seis de cada diez salvadoreños, desocupados en 2016, dejaron de trabajar porque se cerró su centro empleador o porque éste redujo el personal, indica la última Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM) 2016, presentada por la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc), recientemente.
El documento revela que el año pasado, 204,636 personas declararon estar desocupadas. De esas, más de la mitad, unas 105,571 (51.52 %), aseguraron haber dejado su empleo anterior porque cerró el centro de trabajo; mientras que otro 10.42 %, equivalente a 21,359 personas, dijo que fue porque se tuvo que reducir el número de colaboradores.
De los desocupados por estas razones, el 68% (más de 87,000) eran asalariados, permanentes o temporales, mientras que otros 27,225 (21.4%) trabajaban por cuenta propia. Más de la mitad del total fueron hombres.
Cabe mencionar que esta es una tendencia que se repite con regularidad, pues al menos en los últimos cinco años, más del 60 % de los desocupados encuestados atribuyó a dichos motivos, el mantenerse dentro este grupo.
Otras causas por las que la gente dijo que dejó su empleo, aunque en menor proporción, fue por ganar poco (11,240), alguna enfermedad o accidente (5,313), debía realizar tareas del hogar (4,377), se terminó su contrato de trabajo (3,933) o por querer estudiar (2,134).
En 2016 el índice de desempleo llegó a 8.1 % en la región
Otras causas para estar desocupados fueron el acoso sexual (963 personas de las cuales 571 fueron hombres), la política de reducción del gobierno (294), recibir remesa (226) y jubilarse o pensionarse (106).
La encuesta también detalló que 42 hombres dijeron estar “Inhabilitado por hechos violentos” y 11,393 personas se justificaron con otra razón.
Además, el año pasado unas 37,685 personas (18.4% del total) reconocieron estar desocupadas porque no habían hallado su primer empleo.
Empleo y desempleo
Según la encuesta, la Población Económicamente Activa (PEA)- los que realizan alguna actividad económica u ofrecen su fuerza de trabajo al mercado laboral- está compuesta por los ocupados (los que tienen un empleo del que reciben remuneración o no) y los desocupados. Así, la tasa de ocupación de 93% para este año representó el grado de aprovechamiento efectivo del recurso humano disponible para el trabajo; y la tasa de desocupación, que fue del 7 % en 2016, evidenció, de nuevo, la proporción de la población que pudiendo trabajar la economía no logró absorber.
La población desempleada en El Salvador estuvo conformada principalmente por residentes del área urbana (64.3%), en su mayoría hombres (68.4%), en los rangos de edad de 16 a 24 años (40.8%) y de 25 a 59 años (50.7%).
Desde una óptica territorial, la encuesta observó que la tasa de desempleo se comportó de manera distinta en diversas zonas geográficas. Mientras que el mayor número de desempleados estuvo en Usulután (9.6 %) y Chalatenango (8.1 %) con 6.4%; La Libertad y San Miguel fueron los departamentos con la menor tasa de desempleo del país.
Por su parte, la población ocupada ascendió a 2.7 millones de personas a nivel nacional. De estas el 34.5 % reside en el área rural, mientras que el 65.5 % vive en el área urbana; y en cuanto al sexo, el 57.9 % son hombres y el 42.1% son mujeres.
El 20% se cansó de buscar empleo
La mayoría de ellos porque se consideraban trabajadores no calificados o porque buscaban trabajo por primera vez.
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Las primeras 150 personas pasaron a la fase de primera entrevista en la feria de empleo.
Del total de personas desocupadas, un 20% dijo mantenerse en esa situación porque pensó que no había trabajo disponible en la zona, se cansó de buscar empleo o simplemente no sabía cómo hacerlo.
La Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM) 2016 reveló que de los 204,636 desocupados en el país, casi 40,000 atribuyeron estar desempleados por estas razones, la mayoría de ellos porque se consideraban trabajadores no calificados o porque buscaban trabajo por primera vez.
Sin embargo, otro buen grupo de los desocupados: el 55%, aunque no encontró trabajo, sí gestionó valiéndose de amigos y familiares, directamente con empleadores o lugares de trabajo o estableció contacto con oficinas de empleo para poder encontrar uno.
Otras de las acciones mencionadas por los encuestados para salir del grupo de desocupados fueron poner avisos o responder ofertas aparecidas en periódicos (8,829 personas), y buscar terrenos, edificios y recursos financieros para establecer su propia empresa o negocio (386).
Además, un 15% (31,690 personas) dijo esperar el ciclo agrícola de café, caña u otro cultivo; un 3% (6,614) la respuesta del empleador y un 1.7 % (3,616) aseguró que ya había encontrado trabajo.
Ni trabajan ni buscan
Por otra parte, de acuerdo con las estadísticas oficiales, en El Salvador, de los más de 6.5 millones de personas que residen en El Salvador, la Población Económicamente Inactiva (PEI), que se refiere a las personas que estando en edad no trabajan ni buscan un empleo, alcanzó un 37.8%.
El Salvador, el segundo con más desempleo de Centroamérica
En términos absolutos, este grupo poblacional ascendió a 1.7 millones de personas, mayoritariamente mujeres, del área urbana.
“Al centrar el análisis en los motivos por los que estas personas no buscaron trabajo, se observa que priman las razones de quehaceres domésticos (52.6 %), razones de estudio (20.7 %), (y) no puede trabajar (12.4 %), en este último entran personas con discapacidad y ancianos (as)”, reseñó el documento de la Digestyc.