Pleito por cafetines saludables

Dueños de cafetines temen que ventas bajen al cambiar los productos. El ministro de Educación, Carlos Canjura, asegura que la medida es rentable.

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Por Enrique Carranza

10 July 2017

“No somos cabras para comer zacate” es la frase que escucha Gladis Vásquez, cuando preparan pupusas de algún tipo de hoja (chipilín o mora)

Ella tiene 34 años de vender en uno de los cafetines del Instituto Nacional Técnico Industrial ( INTI) y opina que “será difícil que los estudiantes consuman las pupusas saludables, si ni las de ayote les gustan”, añade.

A finales de junio el Ministerio de Educación (Mined) presentó la Normativa de regulación de los cafetines escolares saludables, con la cual el Gobierno busca reglamentar los alimentos y bebidas que se consumen en las escuelas y colegios en todo El Salvador.

La normativa regular la venta y comercialización de alimentos con alto contenido en grasa, azúcar y sodio, se pasa de ofrecer comida chatarra a ofrecer comida saludable.

En cuanto a las pupusas, estas pueden estar a la venta en las cafeterías pero si no son grasosas.

Es más, las autoridades del Ministerio de Salud distribuirán a los cafetines un documento con 200 recetas de pupusas saludables.

La implementación de dicha normativa ha generado recelo entre los propietarios de los cafetines.

“Nosotros preparamos las pupusas de frijol con queso o solo de queso, eso no es dañino, además, tenemos el cuidado de medir bien el aceite que utilizamos. Sería de probar el sabor que tendrán las que se preparen de ese recetario”, dice Gladis.

Miguel Ángel Cortez, quien también está a cargo de un cafetín en el INTI, considera que las pupusas saludables promovidas por el Mined “se venderían pero no como las tradicionales”.

En el local de Cortez también sirven almuerzos pero estos no sustituyen la demanda de las pupusas.

Causa de la regla

La normativa en mención entrará en vigencia a partir de enero de 2018. Su implementación se debe al incremento del sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes.

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Según el estudio Evaluación nutricional y de alimentos fortificados en escolares de primero a segundo grado, del Ministerio de Salud, El Salvador 2012, existe sobrepeso y obesidad en los niños de centros educativos privados en un 41.2% y Centros educativos públicos en un 21.5%.

Para Lorena Ascencio, propietaria desde hace siete años de un chalet en el Instituto Nacional de Apopa (INA), la iniciativa del Mined es “absurda”, pues considera que si por ejemplo las pupusas saludables son elaboradas a base de mora, los estudiantes no las comprarán.

Enfatizó que la educación al momento de adquirir y consumir la comida debe iniciar en la casa, no en las escuelas. En el local de Lorena venden al menos 250 pupusas cada día.

Ana Melara, otra propietaria de cafetín en el INA, dice: “Es un producto que no se puede evitar, es de lo más buscado, por lo menos son 300 las pupusas que se venden al día” .

Ana vende pupusas principalmente en la mañana, sin embargo si los estudiantes buscan en la tarde las sigue preparando.

“Cada pupusa vale $0.25 de dólar, es un precio bastante accesible, se puede dar que los estudiantes almuercen con dos pupusas y el fresco”, detalla Ana.

Además, considera que al disminuir la venta de ese platillo es posible que en los locales deban prescindir de los servicios de las empleadas dedicadas a ese trabajo.

Según la iniciativa del Mined, también estará restringida la comercialización las bebidas que contengan grandes cantidades de azúcar, carbonatadas o edulcorantes artificiales.

“Ni se hubieran metido en eso (regular los alimentos en los cafetines), sería mejor si presionaran sobre la disciplina”, comentó Irma Ascencio, del Instituto nacional General José María Brand , en San Salvador.

También sostiene que si los estudiantes quieren consumir golosinas o boquitas lo harán en casa.

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Con respecto a las bebidas carbonatadas o con edulcorantes artificiales, la mayoría de establecimientos consultados ha comenzado a optar por las bebidas naturales.

Los propietarios de los cafetines consultados en general prevén que la regulación afectará directamente sus ingresos.

Para el ministro de Educación, Carlos Mauricio Canjura, los cambios en los productos comercializados en los cafetines escolares no han sido captados adecuadamente.

“Qué no es rentable, claro que todo esto es rentable, qué más rentable que tener una niñez o juventud en general saludable, esto iniciativa tiene la más alta rentabilidad”, explicó Canjura, durante la inauguración de la tienda escolar saludable del Complejo educativo cantón San Isidro, Izalco, Sonsonate.

Experiencia dividida en escuelas que ya venden comida saludable

En dos complejos educativos, en diferentes circunstancias, ya se comercializan los productos naturales, y los resultados son diferentes, según sus propietarios.

Se trata de los complejos educativos del cantón San Isidro, Izalco, Sonsonate y Walter Arturo Soundy, en Ciudad Merliot, Santa Tecla, La Libertad.

En el caso del Complejo Educativo Walter Arturo Soundy, la iniciativa de vender alimentos nutritivos fue adoptada desde hace más de un año, cuando en 2016 el Ministerio de Educación, anunció la normativa, pero no fue puesta en marcha, sin embrago igual la administración local la adoptó.

“Con el cambio de productos bajó la venta, los estudiantes traen el refrigerio o en las tiendas cercanas hasta hacen fila para comprar antes de entrar a la escuela”, expone Francisca Preza, quien tiene ocho años de vender en ese lugar.

Allí, de boquitas y gaseosas pasaron a vender yuca sancochada y frutas, entre otros productos.

En el Complejo educativo del cantón San Isidro, según Wilber Jiménez, la puesta en marcha de la tienda escolar saludable “es una experiencia única”.

“Al inicio costó, pero hoy los alumnos ya lo tomaron a bien, ya no preguntan por las golosinas, de una vez compran la fruta”, relata.

Además, comenta que al vender fruta de temporada la ganancia se incrementa, considera que “el secreto está en saber cuál y cómo les gusta a los niños”. Añade que fácilmente puede ganar más dinero al vender fruta que boquitas.

La “tienda escolar saludable” consiste en vender productos naturales a los estudiantes.