El cambio climático es real

La legitimidad del cambio climático no es algo sobre lo cual se puede tener una “opinión”. Es real y ha sido causado principalmente por humanos. Este hecho ha sido comprobado por el 97 % de la comunidad científica.

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Por Elizabeth Castro

30 June 2017

Hace unos días este periódico publicó una pieza de opinión sobre el cambio climático, en la cual felicita al presidente Trump por haberse retirado del Acuerdo de París (http://www.elsalvador.com/opinion/nota-del-dia/358245/el-presidente-trump-no-muerde-el-anzuelo/).

El autor demuestra una falta de comprensión sobre el cambio climático y erróneamente simplifica sus efectos sobre el planeta. Sin embargo, lo más notable de la Nota del Día es que a pesar de hablar con autoridad sobre el tema, está compuesta puramente de opiniones y carece de datos. Por este motivo es que he decidido responder a esta pieza, no con opiniones, sino con datos que han sido comprobados por científicos especializados en el tema. El cambio climático es real y por esto debemos de invertir en estrategias de adaptación y mitigación en El Salvador.

El término cambio climático se refiere a un cambio significativo en los patrones locales y globales del clima. El autor erróneamente intercambia este término con el “calentamiento global”, el cual puede ser entendido como el aumento en la temperatura de la atmósfera y un efecto del cambio climático.

La legitimidad del cambio climático no es algo sobre lo cual se puede tener una “opinión”. Es real y ha sido causado principalmente por humanos. Este hecho ha sido comprobado por el 97% de la comunidad científica (http://iopscience.iop.org/article/10.1088/17489326/8/2/024024/pdf;jsessionid=7A015E840E382E518E7763C764921E71.c1.iopscience.cld.iop.org). Negar este hecho, como lo hace el autor, es el equivalente a ignorar un serio problema de salud que ha sido diagnosticado por el 97% de médicos.

Negar la existencia del cambio climático a estas alturas es simplemente irresponsable.

Asimismo, el autor menciona cómo no se sabe “en qué punto nos encontramos nosotros en este momento” en cuanto a los efectos de las variaciones de temperatura. Sin embargo, esto tampoco es cierto.

El periodo actual en el que vivimos ha sido descrito por Paul Crutzen, ganador del premio Nobel, como el Antropoceno y se distingue por el impacto negativo substancial de los seres humanos sobre la Tierra (http://e360.yale.edu/features/living_in_the_anthropocene_toward_a_new_global_ethos). Una de estas consecuencias es conocida como la “sexta extinción masiva”, la cual se caracteriza por una perdida de biodiversidad acelerada y significativa (http://advances.sciencemag.org/content/1/5/e1400253).

Todos estos síntomas del cambio climático tienen efectos directos en la sociedad humana, razón por la cual se creó el Acuerdo de París.

Contrario a lo que el autor denomina como un “esquema para detener la industrialización” de los países en desarrollo, el Acuerdo de París en realidad establece medidas de reducción de las emisiones de gases de efecto de invernadero (GEI) a través de la mitigación y adaptación de parte de los países firmantes. Participar en el acuerdo fue completamente voluntario e inclusive las metas que cada nación se asignó a si misma fueron auto impuestas. Esto es importante ya que cada país produce una cantidad distinta de GEI.

El Salvador, por ejemplo, produce una cantidad relativamente baja de GEI. Estos gases son los principalmente responsables por el cambio climático y son también un subproducto de actividades humanas. Sin embargo, a pesar de ser un productor pequeño, El Salvador se encuentra dentro de los países que más sufrirán por los efectos del cambio climático (https://www.nature.com/articles/srep20281#Fig1). Es por esto que debemos invertir en métodos de adaptación y mitigación en el país, no porque un acuerdo internacional nos lo incentive, sino porque nos conviene.

*Licenciada en sociología y especialista en sostenibilidad