La revolución pacífica

La reforma electoral constituye el inicio de tal revolución, ya que provocaría cambios extraordinarios en la conducción de los tres Órganos del Estado

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19 July 2016

Se han consumado las reformas electorales por las que MIRE y muchas otras organizaciones de la Sociedad Civil luchamos durante tantos años que dio como resultado la devolución al pueblo el derecho de elegir a sus representantes en la Asamblea Legislativa, que había sido secuestrado por pequeños pero poderosos grupos fielmente representados por las cúpulas de los partidos políticos.

A lo largo de los años he publicado cincuenta y cuatro artículos nominados La Revolución Pacífica, en los cuales he aseverado que dicha reforma constituye el inicio de tal revolución ya que provocaría cambios extraordinarios en la conducción de los tres Órganos del Estado y en las instituciones fundamentales que lo constituyen. Y es el inicio puesto que habrá que superar la férrea oposición de aquellos poderosos y sus leales servidores que tratan de mantener sus injustos privilegios.

La revolución se ha iniciado con los espectaculares resultados obtenidos en las elecciones parlamentarias de 2009 en las que pese a las trampas de los diputados para obstaculizar el voto directo, gracias a la resolución de la Sala de lo Constitucional, el pueblo pudo elegir de acuerdo a su voluntad y no por la imposición de los partidos con el resultado de que algunos candidatos inscritos en posiciones ganadoras fueron derrotados por candidatos en posiciones perdedoras. Fueron removidos diputados que antes no podían ser eliminados ni a cañonazos.

En las elecciones de 2015, cuando se obligó por resolución de la Sala de lo Constitucional a permitir el voto cruzado, siempre bajo el despiadado esfuerzo de los diputados por dar al traste con la conquista de la reforma fue posible renovar la Asamblea con el 32 % de nuevos miembros, entre los cuales muchos jóvenes que antes no hubieran sido electos,  desplazando a intocables que ya llegaban a los 30 años de permanecer en la Asamblea.

Pero esto solo es el inicio, tendremos que seguir luchando para consolidar lo que hemos conquistado para neutralizar los desesperados esfuerzos de aquellos pequeños pero poderosos grupos que seguirán defendiendo sus injustos privilegios. Esto implica la urgente necesidad de llevar hasta los últimos rincones del país la información veraz, eficiente y oportuna a una población que aún no ha comprendido la poderosa herramienta que está en sus manos para revolucionar, de manera pacífica y dentro del estricto marco de la legalidad, el nefasto sistema que ha permitido que el destino del país se encuentre en manos de quienes han aplastado las ansias de justicia, legalidad, igualdad ante la ley de todos sus habitantes.

En próximo artículo presentaré mis ideas para lograr esos objetivos con la esperanza de que sean analizadas, criticadas, corregidas, debatidas por quienes tengan el deseo de aportar las suyas y consolidar un Plan de Acción en el que todos podamos participar.
 

*Colaborador de El Diario de Hoy.