Carta al Cardenal: Tu nuevo poder

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Por Mirella Cáceres

28 June 2017

Estimado…

…No sé cómo dirigirme a vos ahora. Hasta ahora siempre te he dicho Goyo, pero ahora que el Papa Francisco te nombró Cardenal, no sé si es falta de respeto vosearte o si incluso tengo que decirte Su Excelencia o Su Eminencia. Como todos en El Salvador, no tengo experiencia de lidiar con cardenales.

Sigo con mi costumbre personal: en caso de duda, es vos -siempre cuando la persona me caiga bien-. Sean expresidentes, premio Nobel o -esto sí es nuevo- cardenales…

Entonces, aclarado esto, te felicito, Goyo. Me imagino que para un sacerdote católico es un honor muy especial. Como siempre en la vida, el honor viene con grandes responsabilidades. Y con poder. No sé cuáles son los poderes que un cardenal tiene dentro de la jerarquía de la Iglesia. Pero el hecho que seas el primer cardenal salvadoreño; el otro hecho que todos -católicos, cristianos no católicos, incluso ateos; pobres y poderosos, de izquierda y de derecha- celebran el privilegio de tener un conciudadano cardenal te da un poder moral que desde la muerte de monseñor Romero y de Ignacio Ellacuría nadie ha tenido en nuestro país.

Y esta falta de autoridad ética constituye un vacío que dificulta al país resolver sus problemas. Aquí necesitamos quienes pueden confrontar a los gobernantes y poderosos, pero también a la ciudadanía, con autoridad desinteresada para obligarlos a reflexionar y dialogar y dejarse de pajas y mentiras.

Como soy celoso defensor del estado laico, no estoy pidiendo que como jerarca eclesial te metás en la política y legislación cotidianas. Más bien, siempre he criticado esta tendencia de los obispos. Te pido que ahora que estás arropado con el respeto y la admiración de toda una nación, usés este poder sabiamente para romper con tabúes, bloqueos de debate y ligerezas éticas que no nos permitan avanzar.