En 1850, un antropólogo alemán de apellido Feuerberg (primo seguro de los Echenberg y los Valenberg), criticaba al Vaticano por dictar que el físico temporal solo necesita pan y agua, ya que el espíritu eterno lo alimenta el alma. “Si quieren un pueblo sano, necesitamos mejores alimentos”, argumentaba Feureberg (FB), filosofía que resumió en la frase “Eres lo que comes”.
Eres lo que comes se repite desde 1850, pero no queda claro su significado certero. Algo así como Cabal dijo Varela, o Por las Barbas de Jacob. ¡Sepa Judas quién fue Varela y qué tan larga tenía la barba Jacob!
Volviendo a la filosofía de FB, ¿si como frijoles soy frijol?, ¿si como chuletas soy cuche? , ¿Si como gallina, soy gallina? Un momentito. Quizás en tu pueblo solo comían salchichas, Herr Feuer, pero en el mío comemos un poquito de todo.
Siguiendo la lógica tras la filosofía del alemán, si comemos un poquito de todo, somos un poquito de todo. No me cuadra.
Como yo lo interpreto, lo que comemos determina nuestra salud y nuestra energía.
Si ingerimos demasiado colesterol, le ponemos túmulos de cebo a nuestro flujo sanguíneo, y puede protestar el chacalele, e inflarse la panza. Si chupamos demasiado guaro, el hígado se pone morado. Los excesos alborotan los triglicéridos, suben la bilirrubina, perturban el sueño, afectan nuestra salud.
Apoyo esta interpretación de la filosofía de FB, pues doy fe de la energía que produce lo que como. La clave es seguir la dieta CPMF, come poco más frecuente, siguiendo un adecuado balance alimenticio. Las cantidades varían, depende de la actividad física de cada quien.
Pero no hablemos de cantidad, sino de calidad. Si usted camina al menos 10,000 pasos al día y/o realiza al menos una hora de ejercicio aeróbico, le recomiendo consumir las siguientes raíces, granos, semillas y hojas - fuentes de salud y energía.
Les presento a la maca, una raíz parecida al rábano, cuyo polvo es un poderoso energizante. Basta media cucharadita, mezclada con la delicia de la abeja; en la mañana, pues si lo hace pasado meridiano, seguro toma sopa de techo toda la noche. ¿Conoce la quinoa? El grano mágico de los Incas, fuente de proteína, aminoácidos, hierro y magnesio. Coctel del bueno.
¡Bienvenida, chía! semilla de origen Azteca rica en Omega 3, ácidos grasos, excelente para desinflamar las articulaciones. Además tiene fibra que lo mantiene a uno como reloj suizo. ¡Alabados sean chojoles! fuente económica de carbohidratos, proteína y combustión para que el deportista consiga un medallón.
La moringa, dije m-o-r-i-n-g-a, también es una hoja pero no se la vaya a fumar. Séquela, muélala, mézclela y tráguela; otro sano coctel de hierro, calcio, potasio, vitamina C de catarro no, vitamina S de salud y E de energía.
La dieta CPMF además incluye otras fuentes de proteína animal (leche Salud, carne, pollo, pescado) y vegetal (garbanzos, lentejas); carbohidratos (pasta, papa, arroz, avena), frutas (guineo, naranja, piña, mango, sandía), verduras (ejotes brócoli, zanahoria, apio, remolacha), café negro, vino tinto, té verde, cúrcuma amarilla, cerveza Pilsener y, sin faltar, el pecadillo del pan dulce y el postrecillo. Todo para el uso no para el abuso.
Otros interpretan que lo que comes - y como comes, es un espejo de tu personalidad. Los que comen frutas tropicales son sociables; los que comen picante viven intensamente; los que comen demasiado son impulsivos, los que comen rápido, nerviosos; los que comen lento, disfrutan su estilo de vida. No coincido del todo con este pensar.
Sí coincido con la filosofía del primo de los Echenberg, pues el físico necesita más que pan y agua para funcionar y la vida, con salud y energía, disfrutar.
¿Eres lo que comes? Buen provecho.
*Columnista de El Diario de Hoy.
calinalfaro@gmail.com