La violencia rebrotó ayer en el país. Las autoridades fiscales y policiales reportaron no menos de 12 muertes violentas hasta en horas de la tarde (6:00 pm).
Los crímenes se registraron en San Miguel, Usulután, y San Salvador; mientras que en Sonsonate, y La Unión hubo enfrentamientos entre policías y pandilleros.
El repunte de la violencia ocurre dos días después de que el presidente Salvador Sánchez Cerén asegurara en su discurso de tercer año de gobierno en la Asamblea Legislativa que El Salvador ahora “un país más seguro”.
Dijo además, que los homicidios han bajado 53%, aunque en los tres años de su gobierno se han registrado más de 15,700 crímenes, una cifra sin precedentes en el país.
Además esa cantidad de asesinatos supera en creces al número de muertes violentas que hubo en los cinco años de gobierno de los expresidentes Elías Antonio Saca y Mauricio Funes.
Mayoría de víctimas atacados por pandillas
Entre las víctimas del repunte violento de ayer se encuentran padre e hijo (este último recién había cumplido con el servicio militar), un soldador, dos agricultores, un vigilante y un deportado de Estados Unidos. La mayoría han sido cometidos por pandillas, según las autoridades policiales.
En el departamento de Usulután, las autoridades reportan tres homicidios, dos de las víctimas padre e hijo, éste último tenía pocas semanas de haber terminado su servicio militar.
Este doble homicidio se produjo en las afueras de Ozatlán; mientras que el asesinato de José Morataya, de 54 años, se registró en el barrio Concepción de Mercedes Umaña.
Morataya, quien era agricultor, fue sacado de su casa por hombres con vestimenta oscura, pero las autoridades desconocen los motivos del crimen.
Otro doble homicidio se produjo en el desvío Los Planes de San Sebastián de Chinameca, San Miguel. Los cuerpos de un hombre y una mujer fueron encontrados en la carretera Panamericana.
Otro asesinato se registró en la colonia Los Hernández del caserío La Gallina de San Miguel. En este sitio mataron a Misael Antonio López, quien supuestamente hace alguna semanas llegó deportado de Estados Unidos.
Aún se desconocen los motivos del asesinato, según las autoridades policiales.
En San Salvador asesinaron al vigilante de una panadería, supuestamente para robarle su arma de equipo. José Reyes Méndez, de 50 años, fue acribillado a balazos en el negocio ubicado en la 4a. calle Oriente, barrio San Esteban, a unas dos cuadras del edificio central de la Policía Nacional Civil (PNC) conocido como El Castillo.
Reyes Méndez tenía ocho meses de trabajar en la referida panadería, según testigos.
Y los enfrentamientos entre pandilleros y las fuerzas de seguridad dejaron tres supuestos integrantes de esos grupos ilegales.
Ayer por la tarde, las autoridades policiales investigaban la muerte de un recluso en el centro penal de Izalco, Sonsonate.
Las autoridades de Centros Penales no habían informado sobre las circunstancias de la muerte del interno, de quien se desconoce su identidad.