De pensiones y de realidades

Vaya que ha cambiado el mundo desde que hace siete años llegaron al Ejecutivo, por lo que cabría esperarse que la realidad actual diera lugar a una visión más pragmática, de una mayor aceptación de la realidad.

descripción de la imagen

Por

02 May 2016

Las beligerantes imágenes de este primero de mayo, tanto de acciones vandálicas perpetradas por grupúsculos, así como de la encendida retórica al final de “las marchas”, me hizo recordar los tiempos en que el proyecto político en el gobierno se encontraba en la oposición. Vaya que ha cambiado el mundo desde que hace siete años llegaron al Ejecutivo, por lo que cabría esperarse que la realidad actual —fin del chavismo, la reapertura de relaciones de  Cuba con los Estados Unidos— , diera lugar a una visión más pragmática, de una mayor aceptación de la realidad.

Un buen ejemplo de que hasta el momento no está siendo así, es el tema pensiones. Lejos de separar el tema fiscal del de pensiones –“No puedes evitar la responsabilidad de mañana evadiéndola hoy”, dijo una vez Abraham Lincoln– , el gobierno insiste en su reforma de pensiones. Cuesta realmente entender la lógica que está siguiendo para ello, pues es indudable que le está provocando altísimo desgaste político, por la sencilla razón de que los fondos con que estarían intentando resolver el problema fiscal tienen dueño: los cotizantes.

En cuanto a naturaleza humana, como identificó Don Nicolás Maquiavelo hace cinco siglos, Olvida más rápido el hombre la muerte de un padre que la pérdida de su patrimonio. Más conocido por la agudeza con que escribió “El príncipe” ya a una edad adulta, que por su gran obra, “Los discursos sobre la primera década de Tito Livio”, Maquiavelo estudió el accionar humano. Y la gente en El Salvador sabe cuánto dinero tiene ahorrado en su cuenta individual, por lo que si se aprueba como ha sido presentada la reforma de pensiones y hay inconstitucionalidad, se vuelve obvio que la gente recurrirá a la Sala de lo Constitucional. 

De una crisis económica se sale, puede tardar más o puede tardar menos, dijo la semana pasada en ENADE, José María Aznar.

De una crisis política cuesta más salir. Pienso que es todavía tiempo de evitar que aumente la crisis; es claro que el sistema individual de capitalización necesita reforma para fortalecerlo, no para debilitarlo. Siendo un tema tan sensible de país, la discusión técnica debe ser rigurosa, por lo que conviene sacarla de las necesidades y urgencias que en el tema fiscal se tengan. En lo fiscal se requieren acuerdos básicos que permitan solventar las necesidades estatales saneando a su vez las finanzas públicas.
 
Es mi impresión que el gobierno ha tenido malos operadores políticos, ya que la han venido leyendo mal al no querer aceptar el resultado electoral de marzo de 2015, ya que, para decir lo menos, se intentó minimizarlo. Y desde los 900 millones de la última plenaria de la legislatura anterior, ha habido un errático rumbo en el accionar gubernamental. Lo dicen las investigaciones de opinión pública al preguntar sobre el rumbo país: tres de cada cuatro piensa que el país va por el rumbo equivocado. Y sus otrora bases de sustento están más para recibir que para brindar ayuda.
 
Tres años le quedan al segundo gobierno del FMLN, con elecciones legislativas y municipales dentro de dos. Ya habrá tiempo para quienes actúan en campañas políticas, pero  salvadoreños somos todos y hay todavía tiempo para conversar de cara al país; para negociar incluso a quienes les compete, pensando en el bienestar general de la nación. Que es la razón suprema para ingresar al servicio público: el buscar resolver los principales problemas que sufre la gente. Ojalá que impere más realidad y menos atrincheramiento.
 

*Director Editorial de 
El Diario de Hoy.