Los cuerpos de dos mujeres fueron lanzados a la calle desde un bus de la ruta 49, en la colonia Las Margaritas de Soyapango, el martes en la madrugada. Una murió y otra sobrevivió.
El autobús, no llevaba viaje, era conducido por pandilleros, quienes habrían atacado a sus víctimas en otro lugar del territorio que controlan, no muy lejano de ahí.
Una de las víctimas ya estaba muerta, la otra continuaba con vida, cuando las autoridades policiales fueron alertadas del hallazgo.
Según la Policía, la otra persona estaba moribunda y fue traslada a un centro hospitalario, donde sobrevivió.
Ambas mujeres tenían claras señales de haber sido estranguladas o al menos, intentaron asesinarlas de esa forma, dijeron las autoridades.
Una de las víctimas estaba desnuda (ya muerta); la otra con short, blusa y calcetas blancas.
La ruta 49 hace el recorrido entre la colonia La Campanera, de Soyapango, hacia el centro de San Salvador; La Campanera está infestada de pandilleros del grupo 18.
Las dos mujeres supuestamente residían en la zona de Las Margaritas y según las autoridades fueron privadas de libertad la noche del lunes y, según la Policía, “las regresaron” pero ultimadas, como mensaje. En la colonia Las Margaritas residen pandilleros de la salvatrucha.
Ninguno de los familiares se acercó para identificarlas, la Fiscalía explicó que no encontraron documentos personales. Los vecinos en el sector prefirieron cerrar puertas, ventanas y no salir, la situación está complicada y más en esa colonia. El cadáver tenía en la pierna derecha un tatuaje en forma de círculo y unos dedos como indicando la letra M. Las autoridades no descartaron que las mujeres mantenían algún tipo de vínculos con grupo de pandilleros.
Más embolsados
El cadáver de un hombre en estado de descomposición y atado de brazos y pies fue localizado este martes, envuelto en sábanas, en la calle que conduce al reparto Las Cañas, en Ilopango.
Según las autoridades, el cadáver tenía señales de haber sido estrangulado.
La zona de hallazgo es desolada, apropiado para que delincuentes abandonen a sus víctimas sin dejar testigos.
El 6 de mayo pasado, el cadáver de Manuel de Jesús Sánchez, un militar que tenía cinco meses de haberse jubilado de la Fuerza Armada, fue encontrado desmembrado y las partes distribuidas en bolsas plásticas cerca de donde ayer fue procesada la escena del homicidio.
Doce días después de ese hecho, el reparto Las Cañas volvió a ser escenario de muerte una violenta: el ayudante de un microbús escolar fue ultimado a balazos mientras esperaba que los estudiantes salieran del colegio.