Tertulia en comedor de un hospital capitalino

Un lastre significativo son los políticos que hablan más de enfermedades que de salud, olvidan que la tarea es mantener sana a la población.

descripción de la imagen

Por

13 May 2016

¡Ya se dieron cuenta de que dicen que van a construir un nuevo Hospital Rosales porque el actual ya no da para más!

- El Rosales nació para atender las demandas de la capital cuando sus habitantes no pasaban de cien mil y los del país no llegaban a dos millones.

- Me suena un tanto simplista querer sustituir el viejo por uno nuevo cuando la capital tiene ahora más de un millón de habitantes y el país sobrepasa los seis millones, a lo mejor no se necesita un sustituto sino varios.

- ¡Si se van a embarcar en un proyecto de más de setenta millones de dólares lo sensato es evitar los sentimentalismos y hacer lo que la doctrina hospitalaria manda, es decir, realizar un estudio a profundidad fundamentado en estadísticas fiables de al menos el último quinquenio para definir las necesidades hospitalarias del país y de la capital con el objetivo de buscar soluciones, no remiendos!

- ¡En la actualidad los criterios de hospitalización han evolucionado considerablemente, por otro lado la utilización de nuevos procedimientos han reducido el uso tradicional del internamiento hospitalario. Con solo fortalecer el manejo ambulatorio es posible lograr la reducción de la hospitalización!

- Soy de opinión que en materia de hospitales, es preciso separar el criterio político del criterio técnico. El primero tiende a quedar bien y congraciarse con la gente, en cambio el segundo pretende buscar soluciones usando los recursos en la mejor forma valiéndose de la tecnología y de la planeación consistente.

- ¡Creo que el problema reside en que el político de última generación, habitualmente populista y autoritario, le pone más atención a la agenda partidaria que al clamor de los electores y se dedica a anunciar cosas que se oyen bonito pero que no se cumplen y solamente entusiasman a la población. Qué mejor ejemplo el del expresidente belicoso que no podía expresarse sin azotar las manos en demasía, que dijo por la TV: “Hemos puesto en práctica la más ambiciosa reforma del sistema de salud en la historia”. ¿Y qué pasó después de siete años? Nada y las cosas siguen igual y quizás peor!

- ¡En efecto, las instituciones que integran el sector salud siguen dispersas y cada una funciona a su manera con diferentes tipos de financiamiento, de ahí que persisten las grandes brechas como la falta de equidad, etc. Minsal ha realizado algunos cambios internos pero no todo cambio significa reforma de salud!

- Un lastre significativo son los políticos que hablan más de enfermedades que de salud, olvidan que la tarea es mantener sana a la población y que según ellos los problemas se resuelven construyendo hospitales.

- ¡Los grandes contrastes sociales no se mitigan y mucho menos solucionan repartiendo vasos de leche, zapatos y uniformes de vez en cuando, sino disminuyendo las desigualdades por ejemplo, entre el político que le paga una costosa operación a la querida en el extranjero y el artesano que vive en una covacha por el rumbo de Huizúcar que tiene que esperar dos años para que le operen las cataratas!

- El político habitualmente actúa en contradicción porque por una parte se da el lujo de decir que lucha por el bienestar del pueblo, pero no prohíbe la pólvora ni los productos pirotécnicos.

*Colaborador de El Diario de Hoy.