Yo creo en el agradecimiento, estoy convencido de la bondad de ser agradecido y no tanto porque compensa “ser agradecido”, como por el sentimiento de haber sido digno de que alguien confió en uno y le ofreciera apoyo, o bien, le concediera lo que le solicitó...
¡Sí!... ¡Hay que ser agradecido! Me decía mi madre... Y este fue uno de los principios de vida que se ocupó porque aprendiera y practicara desde pequeño y, además, siempre insistía en la bondad y grandeza de las dos palabras mágicas: “por favor” y “muchas gracias”.... Y también me decía que no se trata de solo decir “gracias” o “muchas gracias”, sino de darlas de corazón, mirando a la gente a los ojos y mostrándose de verdad agradecido.
La otra cosa que me enseñó es que siendo agradecido, por ejemplo, con las personas que durante un tiempo me dieron trabajo, si al irme en busca de un mejor futuro y explicándolo sinceramente dejaría las puertas abiertas y que, si por las circunstancias de la vida, tendría que volver, habiendo dejado un buen recuerdo, de seguro me darían la oportunidad de trabajar en esa empresa nuevamente...
Bueno... Pero siendo este mes de mayo, además del inicio del tiempo de lluvia, que buena falta le hace a la campiña y a los ríos casi secos en nuestro país, también es el mes que el mundo cristiano dedica a la madre. En España, el primer domingo de mayo, en Alemania el segundo, y aquí, además con asueto, el 10 de mayo...
Y es precisamente la madre con quien pienso debemos tener el mayor de los agradecimientos.... Nos gestó durante nueve meses, soportó los malestares del embarazo, nos parió sufriendo los dolores de nuestro nacimiento, nos cuidó desde el primer momento de su embarazo y desde que nacimos nos alimentó, se preocupó por nuestra vida, sufrió y se desveló cuando nos enfermamos y, en muchos casos, sola sin el acompañamiento del padre de sus hijos, esforzándose y trabajando muchas horas al día, nos educó.... Y ya siendo mayor, nunca nos perdió de vista, estuvo atenta a los acontecimientos y cuando hubo que ayudar y aconsejar, lo hizo siempre con amor y si además hoy hay que ayudar con los nietos, siempre lo hace con alegría...
Pues bien, si aún la tiene y no se entiende bien con ella, reconsidérelo y quizás hoy es el domingo para llamarla, y si está cerca y la puede visitar, sorprenderla con un ramo de flores que seguramente le alegrará.
Pero volviendo al agradecimiento, me cuesta entender cómo a alguien que necesitándolo se le dio trabajo cuando lo solicitó y después de un tiempo cuando por alguna razón ya no le interesa, en lugar de agradecer la oportunidad, tratar de llegar a un buen acuerdo y dejar las puertas abiertas, intencionadamente empieza a generar conflictos, para provocar que lo despidan y que le den “su tiempo”. Pues esto, que aquí sucede con frecuencia, quienes lo hacen no consideran las consecuencias del desagradecimiento, que son todas las contrarias a ser agradecido...
Nuevamente... Si aún no lo hizo, sorprenda a su madre mostrándole hoy su agradecimiento... Y una cosa más... Entre más veces diga “por favor y muchas gracias”, más lo apreciarán.
*Columnista de El Diario de Hoy
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