Los Cardenales en la Iglesia

Al recibir el título de Cardenal se comprometen a “defender la fe hasta la muerte, hasta el punto de dar su sangre”. El birrete y solideo que llevan en la cabeza también es rojo y simboliza el servicio que brindan al Santo Padre.

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Por Inés Quinteros

27 May 2017

El domingo 21 de mayo, el Papa Francisco anunció oficialmente el cuarto “Consistorio” de su Pontificado. Creará cinco nuevo Cardenales, entre ellos, Monseñor Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador. Esta designación es un hecho histórico, importante y significativo para El Salvador. Es el primer Cardenal para esta nación. Rosa Chávez es considerado un personaje clave en el proceso de diálogo y negociación que culminó con la firma de los acuerdos de paz en 1992.

Todos los Cardenales pertenecen al clero romano, aunque se encuentren trabajando fuera de Roma. Su servicio se centra en brindar ayuda al Papa en el gobierno del Vaticano y de la iglesia universal. Eligen al Papa cuando sean convocados a un cónclave tras la muerte del Sumo Pontífice. Participan los que tengan menos de 80 años. Los nuevos cardenales son todos electores.

El Papa Francisco, al crear los nuevos Cardenales, dijo: “Confiamos a los nuevos cardenales a la protección de los santos Pedro y Pablo, para que, por la intercesión del Príncipe de los Apóstoles, sean auténticos servidores de la comunión eclesial y que junto con la del Apóstol de los Gentiles, sean anunciadores gozosos del Evangelio en el mundo entero y que, por su testimonio y su consejo, me sostengan más intensamente en mi servicio de obispo de Roma, Pastor universal de la Iglesia”.

El trabajo pastoral de la iglesia goza de una extraordinaria organización a todo nivel. La cabeza suprema es el Papa que imparte sus enseñanzas como garantía de la fe común y lo hace por medio de sus encíclicas, sus mensajes, discursos y otros medios. Goza en toda la iglesia de la plenitud del poder legislativo, judicial y administrativo. Tiene en la Iglesia Católica la plenitud del poder legislativo, judicial y administrativo y se hace ayudar de los Cardenales, para gobernar la Curia Romana y las diversas Congregaciones con que cuenta.

Entre las principales Congregaciones, tenemos: La del clero, la doctrina de la fe, la vida consagrada, los laicos, las relaciones ecuménicas, la educación, los obispos, la evangelización, la causa de los santos, y otras más. Los Cardenales, que no son titulares o auxiliares de alguna diócesis, residen en el Vaticano.

“Cardenal” es un título honorífico, como también lo son los monseñores, los patriarcas, los canónigos, los arciprestes y otros más. Visten de rojo púrpura, el color de la sangre derramada por Cristo. Al recibir el título de Cardenal se comprometen a “defender la fe hasta la muerte, hasta el punto de dar su sangre”. El birrete y solideo que llevan en la cabeza también es rojo y simboliza el servicio que brindan al Santo Padre. El Papa es libre de dar el título de cardenal a quien él quiere.

El código de derecho canónico (Canon 351) establece que “para ser promovido a cardenal, el Romano Pontífice elige libremente entre aquellos varones que hayan recibido al menos el presbiterado (orden sacerdotal) y que destaquen notablemente por su doctrina, costumbre, piedad y prudencia en la gestión de asuntos; pero los que aún no son Obispos deben recibir la consagración episcopal”.

El mundo espera con alegría la realización del consistorio. Los nuevos cardenales pronunciarán un juramento ante el Papa de quien recibirán un anillo y el capelo cardenalicio color rojo en memoria de los mártires que dieron su vida por defender su fe. Felicitaciones a Su Eminencia, Gregorio Rosa Chávez.

* Sacerdote salesiano