Dos años de traspiés

Y es que por más que se empeñen en repetir que el país camina por el rumbo correcto, los números dicen algo totalmente contrario.

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21 May 2016

A pesar de los cientos de miles de dólares que el gobierno de El Salvador gasta para publicitar lo que ellos llaman dos años de logros, los salvadoreños hacemos nuestro propio balance de lo realizado por la segunda gestión del FMLN al frente del Ejecutivo.

Y es que por más que se empeñen en repetir que el país camina por el rumbo correcto, los números dicen algo totalmente contrario y será el mismo pueblo salvadoreño quien se los hará ver a través del ejercicio democrático del voto.

Hoy quiero referirme al fracaso en su política exterior, especialmente marcada con este último capítulo en que los arrebatos e ignorancia del presidente Sánchez Cerén en materia constitucional brasileña, han puesto en peligro no solo las buenas relaciones diplomáticas sino también los distintos acuerdos de cooperación con el país suramericano.

Las palabras del señor presidente para desconocer al gobierno provisional de Brasil son las mismas que apenas un día antes había pronunciado el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro en la misma dirección, por lo que no podemos, dada la costumbre de seguir lineamientos, bien de Maduro, otras veces del Foro de Sao Paulo, dejar de pensar que sus movimientos políticos obedecen una vez más a lo dictado por otros.

El problema del FMLN es que no ha logrado comprender que hoy es gobierno, y por lo tanto representa a los salvadoreños, iguales todos tal como reza en la Constitución de la República, por lo que las políticas públicas deben representar lo que somos, no lo que el FMLN pretende que seamos, mucho menos bajo la guía de gobernantes corruptos y fracasados.

Si ustedes como partido necesitan de esas relaciones para subsistir, ese es su problema; pero los salvadoreños no tenemos por qué pagar sus errores ante otros países amigos.

Comprendemos que se sientan aludidos con el caso Rousseff, con los señalamientos a la Kirchner en Argentina y los cuestionamientos a Maduro en Venezuela, pues todos hemos escuchado al presidente decir con orgullo que estos gobiernos ampliamente señalados por violaciones a los derechos y a las libertades de sus ciudadanos, son su “faro de luz”. 

Sabemos que les preocupa el resultado del juicio que se sigue contra Joao Santana, quien fue asesor en sus campañas políticas y es un personaje peligrosamente cercano al expresidente Funes.

Santana está siendo vinculado al manejo de fondos a través de una compañía off shore que servía para sobornar a funcionarios brasileños y extranjeros a favor de la empresa Odebrecht, la misma que fue precalificada por la CEL para competir en el proceso de licitación de la continuación de El Chaparral, ese hoyo que costó 108 millones de dólares al erario. También fundó y manejó la empresa de publicidad Polistepeque, de la que desconocemos cuánto dinero se llevó en concepto de trabajos realizados al gobierno de El Salvador.

Los ciudadanos no solo esperamos sino que exigimos de ustedes buenas prácticas en el área de política exterior; El Salvador continúa siendo un país que necesita de la cooperación externa para funcionar, por lo que no es posible exponer de semejante forma ayudas tan indispensables de países amigos por culpa de la ignorancia y poco tacto del presidente.

La generalidad ha sido ver a un canciller prudente en sus actuaciones ante el resto de países, por lo que no estaría de más que asesorara personalmente al presidente de la República, para evitar futuros arrebatos como este que estuvo a poco de convertirse en un conflicto de grandes proporciones.

*Diputada