Tres policías de San Miguel han sido capturados por orden de la Fiscalía General que los acusa de haber matado a uno de sus compañeros en un supuesto tiroteo.
La muerte del agente de la Policía, Federico Marcelino Sánchez Aranda, se registró en un hecho confuso ocurrido el 15 de julio del 2015 en el cantón San José Hualoso de Chirilagua, San Miguel.
Las capturas de los agentes José Andrés Acevedo Ramírez, Jony Yohalmo Hernández Vásquez y José Inés Alvarenga Nieto; fueron ordenadas por la oficina fiscal de San Miguel, luego de recaudar las suficientes evidencias que los compromete con la muerte de su compañero.
Acevedo Ramírez enfrentará cargos por homicidio culposo (sin intención); mientras que Hernández Vásquez y Alvarenga Nieto serán acusados de fraude procesal y encubrimiento. Los tres detenidos pertenecen a la Unidad de Inspecciones Oculares de la Policía de San Miguel, según la Fiscalía.
“Los imputados miembros de la corporación policial no han sido sinceros al declarar como víctimas y testigos presenciales de los hechos, acerca de la forma en la que los mismos sucedieron”, señala el Ministerio Público y agrega que “expresaron que todos dispararon, pero del análisis de balística se desprende que solo una de las armas asignadas disparó”.
Los fiscales del caso señalan que “por la experiencia que tienen en el procesamiento de escenas, alteraron artificiosamente el estado y la posición de los elementos o cosas, es decir, evidencias que se encontraban en el escenario del delito con el afán o fin de engañar el acto de inspección que sabían se realizaría en dicho escenario”.
Para los fiscales del caso, los agentes detenidos “alteraron parcialmente el escenario donde sucedió el hecho de violencia, lo que generó una distorsión en la verdad de cómo sucedieron los hechos”.
Los agentes detenidos relataron que ellos se dirigían al cantón Zapatiagua, siempre en Chirilagua, y que en el sector del cantón San José Hualoso observaron un vehículo que les daba seguimiento, pero cuando el motorista del mismo les sobrepasa, comienzan a dispararles.
Ellos aseguraron que respondieron al ataque con sus armas de equipo.
Sin embargo, la evidencia recolectada en el sitio, la cual fue sometida a los análisis de balística forense, determinaron que solo una de las armas de fuego que tenían asignadas los ahora imputados se relaciona con los casquillos recolectados en la escena del crimen.
En ese sentido, se estableció que el agente Acevedo Ramírez fue el único que hizo varios disparos, uno de los cuales le impactó al investigador Sánchez Aranda, quien iba de copiloto en el vehículo policial 03-2182.